
El diferencial entre la rentabilidad exigido en los mercados secundarios al bono español a diez años y a su homólogo italiano se ampliaba este viernes a máximos de dos años. La incertidumbre por la cercanía tanto de las elecciones de Cataluña como las generales están sembrando dudas sobre la deuda española, los inversores piden un interés mayor para comprar los bonos españoles.
La rentabilidad de la deuda española a diez años se situaba en el 2,138%, subiendo desde el 2,122% de la apertura, cuando el interés ofrecido por el bono italiano de igual vencimiento bajaba al 1,839%.
El repunte del interés exigido a la deuda española en los mercados secundarios se relaciona con la incertidumbre de cara a las próximas elecciones catalanas, que se celebrarán el próximo 27 de septiembre, así como con el escenario político en el país, que a final de año celebrará elecciones generales.
La opinión de los expertos
A este respecto, diversos analistas han moderado su optimismo con respecto a la evolución de la economía española por el impacto del llamado riesgo político. En sentido, el economista jefe de BBVA Research, Jorge Sicilia, señalaba este martes que "se está observando un aumento del diferencial de la prima de riesgo con Italia que ha coincidido con las noticias de la llegada de las elecciones catalanas y generales".
"Es difícil saber qué parte se debe a las elecciones catalanas o a las generales", apuntaba el experto, quien advertía de que "los aumentos en la prima de riesgo acaban teniendo impacto en el crecimiento económico, sobre todo si son duraderos".
Jan von Gerich, estratega jefe de Nordea Bank, asegura que "esta tendencia de la deuda española se irá incrementando a medida que se acerquen las elecciones", primero las de Cataluña y después las generales, que tampoco están exentas de incertidumbre: "Los principales partidos de la oposición están haciendo campaña con propuestas que prometen revertir las reformas iniciadas", asegura el economista de Nordea
.Lo peor, según explica este economista, "es que el BCE no puede hacer nada contra los riesgos políticos. La atractiva deuda de la periferia europea puede dejar de serlo por la incertidumbre política. No sólo España se enfrenta a unas elecciones, Grecia y Portugal deberán hacerlo también en fechas próximas".
Este es el caso de Bank of América, que ha recortado una décima su previsión de crecimiento para España en 2015 y ha advertido del complejo escenario político en el país, aunque la entidad aún prevé una saludable expansión del 3,2% este año y del 2,6% el siguiente.