
El catedrático de Estructura Económica de la universidad Ramón Llull de Barcelona, Santiago Niño Becerra, advierte que los cambios provocados por la crisis serán permanentes: los beneficiados seguirán beneficiándose, y los que han perdido van a seguir perdiendo. Seis años más de crisis en el mejor de los casos
El experto insiste en la idea de que esta crisis no está siendo coyuntural, sino que afecta directamente a los pilares de la economía y la sociedad. "No cambia el decorado, lo que cambia es la sala en la que tiene lugar la función", explica en La Carta de la Bolsa.
"Se ha perdido la ilusión de que todo puede ser mejor, no hay alternativa", asegura. En concreto, señala cuáles son los grandes perjudicados por la crisis, "que son la mayoría", y ha advertido que las consecuencias serán "pobreza y desigualdad".
1. Los que no tienen propiedades
Las personas que solo pueden vender su trabajo, y que además han perdido (y más van a perder) cuanto de menos valor sea dicho trabajo. "Toda aquella persona que no tenga algo, que no sea propietaria de algo a lo que asirse... porque hacia donde vamos, la persona estará muy sola una vez los entes públicos y el modelo de protección social queden reducidos a una sombra de lo que fueron", denuncia. "Quienes no cuenten con algo sólido van a perder muchísimo".
2. Jóvenes
Las expectativas de los jóvenes no tienen nada que ver con las de sus antecesores en los años 60.
3. Pensionistas y dependientes
Todas las personas que por edad o estado físico dependan de subsidios estatales, porque cada vez van a disponer de menos recursos.
4. Autónomos
Los profesionales por cuenta propia, salvo que lleven a caso tareas muy especializadas o sean muy destacados en su campo, van a salir mal parados de la crisis.
En menor medida también se verán perjudicadas las pequeñas empresas, dependientes de sus clientes, aunque según su tamaño podrán trasladas las dificultades a sus proveedores y empleados.