
Las miras siguen puestas en el gobierno heleno y las propuestas que presentará el ejecutivo de Alexis Tsipras realizará hoy a sus homólogos europeos. "Grecia tiene una última oportunidad para evitar el pero de los desenlaces", afirmaba Gilles Moec, economista de Bank of America Merrill Lynch. Con la pelota en el campo heleno, la única esperanza en estos momentos está en un acuerdo con múltiples condiciones que desembolsará los fondos gota a gota para asegurarse que el país cumple con sus planes.
Dicho esto, Moec estimó en un informe que si Grecia no consigue convencer con sus medidas a los líderes europeos, estos "optarán rápidamente por un Grexit inmediato antes de que este se produzca por accidente o por defecto tras el estancamiento de las negociaciones", explicó. De hecho, todos los ingredientes para una marcha de Grecia están sobre la mesa y cada vez un mayor número de estados miembros parecen haberse planteado este hecho. "Existen todavía posibilidades de evitarlo pero Tsipras debe sorprender con sus propuestas", indicaron desde BofAML.
Incluso si el primer ministro heleno consiguiera alcanzar un acuerdo a nivel político y técnico, "los riesgos de implementación son evidentes", aclaran desde el banco estadounidense, al indicar que Grecia "no será la propietaria real de la agenda de reformas y ajustes".
Aún así, desde el banco estiman que lo que se pide a Grecia "es lo mismo" que se ha pedido anteriormente a países como Francia o Irlanda. "Los gobiernos y sus respectivos parlamentos tuvieron que hacer totalmente lo contrario de lo que el referéndum griego indicó", apunta Moec, quien considera que aunque la presión sea más alta que en los casos galo o irlandés e incluso el "armageddon financiero" parece la alternativa explícita para muchos.