La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, afirmó que la "aguda" crisis de Grecia exige una reestructuración de la deuda y recordó que la institución está implicada en las negociaciones sobre el plan de rescate porque Atenas "solicitó su asistencia". Una postura que también apoyó el secretario de Estado de EEUU, Jack Lew.
En una conferencia en la Brookings Institution de Washington, la directora del Fondo subrayó la disposición del organismo a ayudar a Grecia a enfrentar la "aguda" crisis que sufre, y reiteró que el FMI siempre había defendido un enfoque que "combine la sostenibilidad de la deuda con las reformas estructurales".
Lagarde recordó, además, que "si el FMI está involucrado es porque Grecia solicitó la asistencia; una vez que el Fondo está implicado, debe seguir sus normas y ser imparcial", dijo en referencia a la declaración en mora de Atenas al incumplir un pago de 1.600 millones de euros la semana pasada.
EEUU se suma al mensaje
Las palabras de la directora del FMI se suman a las del secretario del Tesoro de EEUU, Jack Lew, quien también sostuvo ayer la necesidad de plantear una reestructuración de la abultada deuda griega, un punto sobre el que los socios europeos, especialmente Alemania, se han mostrado reacios.
"En los próximos días veremos si las partes se ponen de acuerdo y se genera suficiente confianza en que Grecia tomará las decisiones que necesita para que así Europa reestructure la deuda de una forma que sea más sostenible", explicó Lew.
"Tengo algunas ideas sobre cómo se puede hacer. Pero hay que hacer mucho en poco tiempo y he dicho una y otra vez que el riesgo de un accidente se eleva dramáticamente cuando creas este tipo de fechas límite a vida o muerte".
Lagarde defendió la actuación del Fondo en el programa de rescate a Grecia al asegurar que los préstamos de la institución "están condicionados a la restauración del crecimiento y la sostenibilidad de la deuda". "Eso no ha cambiado", reafirmó. La exministra de Finanzas de Francia remarcó que el FMI había defendido el mismo doble planteamiento en los casos de los recientes rescates financieros a Irlanda y Portugal, en los que los programas habían "funcionado".
La pasada semana el Fondo publicó un informe en el que cifraba las necesidades de Grecia para un nuevo rescate en torno a los 50.000 millones de euros en los próximos tres años y apuntaba a la necesidad de una reestructuración de la deuda.
Actualmente, y después del referendo de planteado por el gobierno heleno del primer ministro Alexis Tsipras, en el que finalmente se rechazó la propuesta de los acreedores (FMI, Banco Central Europeo y Comisión Europeo), Atenas presenta hoy una nueva propuesta detallada tras solicitar ayer un tercer rescate. Su plan debe ser ahora analizada y aprobada por los líderes europeos en la cumbre que se celebrará el próximo domingo.