
La reforma del sistema de financiación autonómica se ha convertido en uno de los principales caballos de batalla de los nuevos presidentes autonómicos, al margen e de su color político. Exigencia que, al menos de momento, ha sido bien recibida.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se mostró ayer partidaria de abordar la reforma del sistema gracias al incremento de la recaudación fiscal. "La siguiente legislatura es la de plantearnos un nuevo modelo de financiación, aseguró, a la vez que abogó por cambios en los que se prime la financiación de los servicios públicos en pro del principio de igualdad y que todos los españoles reciban los mismos servicios y con la misma calidad".
Pocos minutos antes, Sáenz de Santamaría había tenido que escuchar la reclamación del presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, quien durante su toma de posesión abogó por una modificación del actual modelo para que se cubra lo que "hoy es un escándalo", en referencia al desfase de 500 millones entre lo que recibe Castilla y León y lo que cuesta prestar los servicios.
La llamada de Rajoy a Puig
Una semana ha tardado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en devolver la llamada al nuevo presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, que intentó contactar con Rajoy en su primer día en el cargo. También en este caso la reforma de la financiación autonómica ha sido el eje central de la conversación. Puig reiteró ante Rajoy que esta reformulación es una de las prioridades de su gobierno, dado que la situación actual hace inviable la gestión económica de la Comunitat Valenciana. Rajoy se mostró receptivo y acordaron encontrarse "lo antes posible" en el Palacio de La Moncloa. Si bien, las fechas veraniegas hacen prever que esta reunión probablemente tenga lugar ya en septiembre.
Desde Madrid, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, se sumó a la exigencia de un cambio en el sistema de financiación que deje de perjudicar a las regiones que más aportan, y aseguró que irá de la mano de Cataluña porque "una mejor financiación para Madrid no tiene por qué ir en contra de Cataluña, y viceversa", tal y como aseguró ayer.