El gasto ya no es lo que era. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), los hogares españoles han tenido que apretarse el cinturón un 8,5% durante la crisis. Al menos, eso es lo que ha bajado el gasto familiar entre 2008 y 2014, aunque con grandes diferencias. En general, el mayor ajuste se ha producido en los gastos relacionados con el hogar (muebles, electrodomésticos y otros aparatos), mientras que donde más ha aumentado es en dispositivos de telefonía, electricidad y educación.
En concreto, el INE calcula que el principal damnificado de la crisis es el sector del mobiliario ya que en siete años ha visto cómo los hogares reducían su presupuesto en este ámbito a la mitad. Los objetos de ocio y cultura también han sufrido un descenso importante, del 49%, mientras que en equipos audiovisuales gastamos ahora un 47% menos, lo mismo que en la compra de vehículos. En el primer caso, la rebaja de precios de muchos de los nuevos dispositivos, además de la crisis, explicaría la caída.
Los menores también han sufrido la crisis, ya que ahora reciben un 40% menos de propina de lo que percibían en el año 2008. Además, los artículos textiles del hogar (sábanas, toallas, manteles?) también han sufrido un ajuste superior al 30%, lo mismo que los artículos de prensa y librería.
Otros productos relacionados con el hogar también han sufrido ajustes importantes, como los electrodomésticos (-29%), los utensilios del hogar (-23%) y mantenimiento (-23%). También las vacaciones y las prendas de vestir se han reducido más de un 20%, dando muestras de que hay poco lugar para gastos superfluos en los presupuestos familiares actuales.
La tiranía del smartphone
En el lado contrario se encuentran los dispositivos de telefonía, a los que ahora dedicamos más de tres veces más presupuesto que en el año 2008 y es que el precio de los smarthphones nada tiene que ver con el de los móviles de hace unos años. Mientras que la inversión en dispositivos se ha disparado, el resto de la factura de teléfono ha bajado un 16% según el INE.
Otro de los gastos que ha crecido con fuerza es el destinado a educación, que, en el caso de la superior, ha subido un 52%. Esto se debe fundamentalmente a la subida de las tasas vividas en los últimos años. También se han encarecido el resto de niveles de educación.
Además, también gastamos un 33% más que en 2008 en electricidad, gas y combustibles, debido fundamentalmente a la subida de precios que han vivido estos productos desde el inicio de la crisis.