
Con los horarios laborales de hoy cada vez es más difícil poder ir a comer a casa. Sin embargo, una buena manera de ahorrar y cuidar la dieta es cocinar en casa nuestros propios alimentos para consumirlos en el lugar de trabajo o de estudio.
La preparación, el almacenamiento y el calentamiento de estas comidas pueden conllevar unos riesgos fáciles de evitar con unas normas mínimas de higiene que enumera la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN).
Preparación en casa
Planifique su comida. Conseguirá un menú saludable y evitará riesgos cocinando porciones de consumo individual.
Preparación en casa. Cocine adecuadamente los alimentos. Controle la temperatura en varios puntos del alimento para asegurar que el calor se ha distribuido de manera uniforme (debe cambiar de color en el centro del producto).
Cocine la carne hasta que al pinchar un tenedor este salga limpio de jugos. Los pescados bien cocinados tienen una textura firme. Si va a utilizar huevos, cocínelos hasta que la yema y la clara estén duras.
Almacenamiento
Divida las comidas en porciones de consumo. Se enfriarán más rápido y evitará una mayor manipulación.
Una vez cocinados, introduzca los alimentos en recipientes adecuados y no los deje fuera del refrigerador durante más de 2 horas, o más de una hora si la temperatura es mayor de 30oC. Las bacterias que pueden causar enfermedades crecen rápidamente a temperatura ambiente.
Guarde los alimentos cocinados en el frigorífico en recipientes cerrados, separados y lejos de los quesos y los alimentos crudos.
Use los alimentos refrigerados regularmente, no deben de permanecer más de 3 días en la nevera.
Si compra los alimentos ya cocinados respete la fecha que se indica en la etiqueta.
Utilice recipientes o compartimentos diferentes para productos crudos (ensaladas, frutas...) y cocinados.
Use recipientes seguros. Fíjese bien en el etiquetado del recipiente que utilice para llevar la comida. Tiene que aparecer el símbolo de la copa y el tenedor o indicar "para contacto con alimentos". También es importante que compruebe y siga las instrucciones de uso que permitan su correcta utilización: por ejemplo, si aparece el símbolo de un microondas significa que es apto para este uso.
A la hora de transportar el almuerzo. Se recomienda utilizar bolsas isotermas para llevar los alimentos. Limpie regularmente estas bolsas y más si se han producido derrames en su interior. Transporte los alimentos evitando cambios bruscos de temperatura, golpes y derrames. Tras el transporte, refrigere convenientemente su comida hasta que la consuma.
Consumir fuera de casa
Las comidas así como las sobras de comida, no deben consumirse frías. Asegúrese de calentarlas a más de 75oC. Cuando utilice un horno microondas, preste atención a las instrucciones del fabricante para asegurar una temperatura uniforme y suficiente en los alimentos.
Cubra los alimentos, remuévalos y gírelos para calentarlos de manera uniforme. Deje hervir las salsas, sopas y jugos de carne cuando los recaliente. Si compra alimentos ya cocinados, siga con atención las indicaciones de la etiqueta.