Economía

La banca de EEUU cierra sus oficinas en la frontera con México para frenar el lavado de dinero

Durante los últimos meses, los ciudadanos de Nogales, en Arizona, han visto como las sucursales bancarias de esta urbe, con tan sólo 21.000 habitantes, ha echado el cierre. Desde J.P. Morgan, Bank of America, Banamex USA (parte de Citigroup) han cerrado cuatro de sus oficinas en el área. El número de sucursales de esta ciudad, que linda con la frontera mexicana, ha reducido a la mitad el número de oficinas bancarias, según adelantaba el Wall Street Journal.

A este fenómeno hay que añadir como cientos de clientes de Chase o Wells Fargo, buena parte de ellos pequeños empresarios y propietarios de negocios familiares, han visto como los bancos han cancelado sus cuentas. ¿Por qué?, según apunta el Journal, esta tendencia llega con la nueva iniciativa de la industria bancaria en EEUU de poner fin al lavado de dinero. Nogales es sólo un ejemplo más de los problemas que enfrentan muchas de las ciudades que bordean la frontera mexicana, donde el tráfico de drogas y de personas se ha convertido en uno de los principales problemas que asedia a las personas a ambos lados de la frontera. 

Como indica el WSJ, la situación no es exagerada, ya que las autoridades estadounidenses han descubierto numerosos túneles durante los últimos años, especialmente en área de Nogales. Con el tráfico de drogas y de personas al alza, muchos de los bancos locales no pueden evitar ver sus cuentas con dinero ilegal que sus clientes disfrazan como depósitos legítimos y relacionados con actividades legales. 

Después de que los grandes bancos de Estados Unidos hayan pagado casi 200.000 millones de dólares en multas varias tras su mala gestión de hipotecas o la manipulación del mercado de divisas, entre otras fechorías, estas entidades están reforzando aún mas sus sistemas de vigilancia, especialmente en lo que a lavado de dinero se refiere. El pasado noviembre, el Consejo Federal de Examen de Instituciones Financieras actualizó su regulación y normas. Este agencia regulatoria supervisa actividades como el lavado de dinero y la financiación terrorista. 

Según apunta el WSJ, la situación está dañando enormemente la economía de ciudades como Nogales, donde muchos bancos prefieren cerrar las cuentas de sus clientes antes de realizar el esfuerzo necesario para determinar si sus cuentas de depósitos son legítimas y no están relacionadas con actividades ilegales. La cuidad de Nogales, que cuenta con el mismo nombre al otro lado de la frontera, experimenta un tráfico de 1.500 camiones a diario, con un volumen de productos que alcanzó los 3.000 millones de dólares en 2013.

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