
La Asamblea Nacional francesa ha aprobado por unanimidad un proyecto de ley contra el despilfarro alimentario que prohibirá a supermercados e hipermercados destruir los alimentos perecederos desechados.
Se trata de una enmienda impulsada por el ex ministro de Agricultura Guillaume Garot, diputado de la mayoría socialista, a la Ley de Transición Energética. Se trata de un político muy activo contra el despilfarro que considera intolerable el desperdicio de alimentos por parte del sector de la gran distribución. Con el apoyo unánime a la propuesta el Gobierno francés pretende reducir así a la mitad el despilfarro de alimentos para el año 2025.
"Ver las botellas de lejía desparramadas en las basuras de las grandes superficies con alimentos consumible es escandaloso". Son declaraciones de Guillaume Garot de las que se hace eco hoy el diario El País.
¿En qué consiste la medida?
A partir del 1 de julio de 2016, los supermercados franceses de más de 400 metros cuadrados no podrán tirar a la basura los productos perecederos y en su lugar deberán donarlos a organizaciones dedicadas a la alimentación animal o a la fabricación de abonos agrícolas.
Otros puntos importantes de esta Ley de Transición Energética son: concienciar a los escolares sobre el despilfarro de alimentos, promover energías renovables, transporte eléctrico o reducir a la mitad el consumo eléctrico para 2050.