
Santiago Niño Becerra, catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramón Llull, cree que aunque en términos agregados la economía muestra cierta mejoría, ésta sólo se está produciendo en sectores muy reducidos. La riqueza está alcanzando niveles de concentración del pasado.
Becerra explica en La Carta de la Bolsa que "la economía no va mejor. Ciertas empresas de ciertos subsectores de ciertas zonas; ciertos profesionales y ciertos subcolectivos de la población ocupada están yendo mejor, un poco mejor o no van peor".
El catedrático catalán señala que"con 1/3 de la población excluida o cuasi excluida; con un empleo crecientemente precarizado (90% de los contratos realizados temporales); con unos salarios estancados (el 0,2% crecieron en el 2014 en términos desestacionalizados); con unas pensiones congeladas; con los empleados públicos perdiendo poder adquisitivo desde hace años; con parte de la población consumiendo a base de desahorro; pienso que la economía no está yendo mejor".
"Es una economía que está aumentando su PIB de forma sesgada, zonal, quebrada, disfuncional; creando bolsas de exclusión y desempleo estructural. Una economía en la que el PIB aumenta y además sucede eso no va mejor", unos agentes se están llevando todo el crecimiento aunque en términos agregados aparezca que la producción crece en general, intente explica Becerra.
"Pienso que nos estamos deslizando hacia un lugar nuevo, mejor dicho conocido pero olvidado. En los años 20 se daban unas circunstancias económicas y sociales que hacían que junto a industrias potentes existieran áreas paupérrimas... Eso está volviendo a suceder: en USA la riqueza controlada por el 1% de la población más rica es semejante a la que controlaba el 1% más rico en 1928".
Becerra cree que aunque el PIB aumente estamos retrocediendo. La producción crece pero estamos alcanzando niveles de desigualdad no vistos desde 1920, sentencia en su artículo Niño Becerra.