Economía

La inflación está de vuelta: el precio de los bonos se hunde y el petróleo sube con fuerza

  • Los inversores venden sus bonos ante las expectativas de inflación

El petróleo, la oleada de ventas de bonos (que ha disparado su rentabilidad) junto las políticas monetarias expansivas podrían desembocar en un aumento de los precios. Y es que las expectativas de inflación ya son positivas. Los últimos datos muestran que la Eurozona ha abandonado la deflación, mientras que en EEUU los salarios ya están creciendo. Todos son signos que dejan entrever que la inflación podría estar de vuelta pronto.

Al menos esta es la teoría que defiende Jamie McGeever, el jefe de mercados en Reuters. Para argumentar esta hipótesis, el periodista se centra en la subida del precio del petróleo West Texas y el Brent, que acumulan un ascenso superior al 40% desde mínimos de este año. La inflación podría subir de forma significativa mientras que políticos y banqueros están seriamente comprometidos con políticas monetarias expansivas (bajos tipos de interés y ampliación de la base monetaria).

También señala como un indicador de que los precios pueden comenzar a escalar la caída de los precios de los bonos (aumento de su rentabilidad). Y es que la rentabilidad del bono alemán de referencia a 10 años ha llegado a tocar el 0,595%, tras marcar el mes pasado un mínimo histórico de 0,05%, cuando muchos inversores esperaban que volvieran a negativo debido al impacto del programa de compra de bonos de un billón de euros del Banco Central Europeo.

La subida de los precios del petróleo están reactivando las expectativas de inflación en todo el mundo, y la rentabilidad de los bonos de Reino Unido y del Tesoro de EEUU también subieron con fuerza. Los inversores han comenzado a vender sus bonos que ofrecían rentabilidades muy bajas para las expectativas de inflación que se están pronosticando. Los bancos están siendo parte de los agentes que se están deshaciendo de la cartera de bonos a cambio de liquidez que está comenzando introducir en la economía real, lo que puede suponer un estímulo más para que los precios suban.

Christel Aranda-Hassel, economista de Credit Suisse, señala que "las facilidades financieras que están imponiendo los bancos centrales en los últimos 6 meses son un potente estímulo para la economía". Los grandes bancos centrales están implementando políticas monetarias expansivas para luchar contra los riesgos de deflación y la desaceleración económica".

Rubén Segura, economista de Bank of America para la periferia de la Eurozona, explica que "los temores de deflación fueron exagerados, estamos viendo algunas sorpresas, aunque los riesgos de baja inflación podrían persistir... Un movimiento al alza del petróleo puede tener un efecto negativo sobre el crecimiento y la actividad económica, además podría generar algún tipo de volatilidad en los precios".

El efecto del petróleo

Y es que según las estimaciones de los economistas de UBS, un aumento de 25 dólares en los precios del petróleo podrían generar una inflación adicional de 1 punto porcentual en EEUU. Por ahora, el crudo West Texas (de referencia en EEUU) ha subido 18 dólares en los últimos meses, una tendencia que podría continuar.

Para la Eurozona una subida del crudo tendría un menor impacto sobre la inflación. Un aumento de 25 dólares en el precio del barril de crudo supondría un aumento adicional de la inflación de 0,8% puntos porcentuales. Los impuestos sobre las gasolinas y gasóleos amortiguan la subida del precio del crudo, que impacta de forma más indirecta en estos carburantes.

De este modo, si el 'rally' alcista de los precios del crudo se mantiene durante este año y las políticas monetarias expansivas se extienden (como se prevé), la deflación dejaría de ser una amenaza para dejar su puesto a la inflación. Los bancos centrales tendrían que comenzar a normalizar sus políticas monetarias para evitar que el alza de los precios de desboque.

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