Pekín, 7 sep (EFECOM).- La viceprimera ministra Wu Yi aseguró hoy que China seguirá por el camino de la apertura económica y continuará atrayendo inversión extranjera, aunque habrá que hacer hincapié en la calidad y no en la cantidad, informó la agencia Xinhua.
Pese a las altas cifras de inversión extranjera directa (IED), China aún se sitúa por detrás de muchos países en cuanto a la atracción de empresas foráneas, reconoció Wu en la Feria Internacional de Comercio e Inversiones, que se celebra estos días en la ciudad oriental de Xiamen.
Según las estadísticas de la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y Desarrollo, la inversión extranjera per cápita en 2004 fue de 47 dólares (36 euros) en China, bastante menos de los 534 dólares de los países desarrollados y los 107 de la media mundial.
China es el segundo mayor receptor del mundo de IDE después de Estados Unidos, según Kong Linglong, funcionario de la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo, que equivale a un ministerio de Fomento.
"Elevar los costes laborales y la competición internacional no afectará la posición de China como mayor receptor de inversión extranjera directa entre los países en vías de desarrollo", afirmó Kong.
Según un estudio hecho público recientemente, se espera que China atraiga unos 80.000 millones de dólares (62.502 millones de euros) de IED en 2010, seguida de India, a la que llegarán unos 14.300 millones.
El país asiático está elevando el salario mínimo de sus trabajadores, que en 2005 creció en un 14,1 por ciento con respecto al año anterior, lo que preocupa a algunos inversores extranjeros, que temen perder la posibilidad de contratar mano de obra barata.
Además, China planea una unificación de su sistema taxativo, que equipararía los impuestos que deben pagar las empresas foráneas, que hasta ahora es de un 15 por ciento, con los de las chinas (33 por ciento).
El Banco Mundial publicó ayer un informe que clasifica a China en cuarto lugar del mundo en cuanto a reformas económicas para facilitar la implantación de negocios, después de Georgia, Rumanía y México. EFECOM
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