
El Gobierno heleno tiene menos de dos semanas para convencer a sus homólogos europeos que existe un profundo compromiso para implantar las reformas necesarias que reconduzcan a Grecia hacia un camino sostenible. Si esto llegase a suceder, el país podría abandonar la tóxica espiral en que se encuentra sumida su economía, donde la falta de reformas obliga a incrementar medidas de austeridad frenando así el crecimiento.
En este sentido, los analistas de Bank of America Merrill Lynch consideran que el primer ministro griego, Alexis Tsipras debería aprovechar la situación para emular al ex presidente brasileño, Lula da Silva. "Lula fue el líder sindical de izquierdas que sorprendió al mercado con una mejora económica sin precedentes pese a las dudas iniciales", estimó en un informe realizado Athanasios Vamvakidis, Rubén Segura-Cayuela, y Sophia Salim.
Así, el ejecutivo de Tsipras cuenta con una oportunidad única para demostrar su liderazgo y tomar medidas contando como punto de partida la lista presentada frente al Eurogrupo el pasado 20 de febrero. "Nos es imposible poder rebatir cualquiera de las propuestas pero el gobierno griego debe probar que puede aplicarlas y terminar el trabajo", puso de manifiesto el documento.
De llegar a buen puerto, el país no sólo ganaría en credibilidad sino que también podría conseguir un acuerdo donde se incluyan medidas que favorezcan el crecimiento asegurando la consolidación fiscal.
"No contemplamos un escenario en el que Grecia recibirá más ayudas oficiales a cambio de menos austeridad y ausencia de reformas", aseguraron desde el banco estadounidense donde reiteran que la aplicación de reformas es una beneficiosa desde todos los puntos de vista, ya que no sólo asegura nuevos créditos sino que incrementa el crecimiento potencial del país.
Los tres escenarios
BofAML plantea tres posibles escenarios para el futuro a corto plazo de Grecia, "uno bueno, uno malo y otro feo". El primero implica que Tsipras aprenda de Lula e implemente reformas clave para el país.
Otra posibilidad, la mala, asume que Grecia continúa mareando la perdiz, con el Gobierno heleno sólo haciendo lo justo para persuadir a sus homólogos europeos a financiar las cantidades necesarias para que el país pueda cubrir los créditos ya existentes. "Este escenario no es sostenible", advierten los expertos de la entidad.
Por último, el planteamiento más adverso incluye la falta de acuerdo entre Grecia y las instituciones europeas, algo que provocaría una fuga de depósitos bancarios, controles de capital y eventualmente la salida del euro. "Las probabilidades para que se produzca este escenario han aumentado", indicaron desde Bank of America Merrill Lynch, donde su escenario base sigue planteando un compromiso reformista dado el apoyo al euro de los griegos. Recientemente, el presidente del Ifo alemán, Hans-Werner Sinn aseguró que "si Grecia sale del euro, otros países también lo harán".
Aún así, estimaron que algo debe cambiar en la situación actual para conseguir que Grecia pueda garantizar su sostenibilidad a medio plazo.