
El presidente del Instituto de Investigación Económica alemán (Ifo), Hans-Werner Sinn, ha afirmado que la salida de Grecia del euro llevaría a otros países a dejar también la moneda única. En este escenario, Sinn considera que esto no sería un gran impacto para la economía alemana. Las cosas se complican para Atenas, el BCE ha aumentado la presión y ha limitado la exposición de su banca a la deuda del país.
Hace un mes, Werner Sinn recomendó a Grecia abandonar la Eurozona y volver al dracma. "La línea actual de dar créditos y seguir en el euro no ha funcionado. Hace cinco años, tuvimos la discusión de la salida de Grecia del euro y desde entonces los créditos públicos que ha recibido Grecia han subido desde 50.000 hasta 250.000 millones de euros y el desempleo se ha duplicado", apuntó.
El alemán está convencido de que, si Grecia hubiera salido de la zona del euro hace cinco años, cuando empezó la crisis, "estaría ahora en una situación mejor".
"Si vuelven al dracma y efectúan una devaluación, su economía florecerá de nuevo. Tras dos o tres años, la economía comienza", razonó el responsable del Ifo.
Grecia ha recibido 240.000 millones de euros en dos programas de rescate de la UE, su Banco Central (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero su deuda -cifrada en 317.000 millones a fines de 2014- ha aumentado hasta el 185% de su PIB.