Economía

"Anciano, endeudado y desigual": la tóxica receta del estancamiento mundial

El gran experimento de los bancos centrales y la masiva compra de bonos soberanos con el objetivo de reavivar el crecimiento y la inflación se postula como una medida desesperada para intentar escapar de la tóxica espiral en que se mueve la economía mundial. Una receta marcada por el envejecimiento, el alto endeudamiento y la desigualdad social, según estiman los expertos de Bank of America Merrill Lynch en un informe del que se hace eco el porta Zero Hedge.

Al fin y al cabo, desde 2007, la expansión de la deuda no ha hecho más que acelerarse, hasta los 57 billones de dólares. El año pasado la deuda mundial alcanzaba los 199 billones de dólares, un 286 por ciento del PIB del planeta, de acuerdo a los últimos datos de la consultora McKinsey. "Desde nuestro punto de vista esta es la receta para la deflación", señalaba el documento emitido por los expertos del banco estadounidense.

Para BofAML, los gobernadores de los distintos bancos centrales han intentado desde la Gran Recesión "quedarse con el trozo de pizza del otro" a través de programas como la compra de bonos soberanos (conocida como QE) y otras medidas de estímulo desde el azote de la crisis financiera. De hecho, el banco estima que el 70 por ciento de los mercados desarrollados del mundo cuentan con una inflación por debajo del 0,5 por ciento, un porcentaje que se sitúa cerca de los niveles registrado tras el desplome de Lehman Brothers.

De hecho, tras los 8,6 billones de dólares con los que la Fed, el BCE, el BdE, el BoJ y el Banco Popular de China han engordado sus balances desde diciembre de 2007 (un incremento del 130 por ciento), la inflación sigue sin levantar cabeza. "Tenemos que recordar que la mayor parte del planeta es mayor, está endeudada y sufre una importante desigualdad social, lo que supone una receta para un crecimiento lento", reiteran desde el banco estadounidense.

Aún así, la falta de impulso en la inflación no evitará que los bancos centrales mantendrán sus compras de bonos para apoyar la toma de riesgos por parte de los inversores. "Los precios de los activos estarán bien respaldados gracias a los infructuosos esfuerzos de algunos bancos centrales como el de Japón o el Europeo", indicaron los analistas del banco. Al mismo tiempo, los mercados emergentes están mejor posicionados, ya que el 70 por ciento registra deflación en los índices de precios de producción. La deuda de China ha llegado casi ha cuadruplicarse desde la crisis hasta mediados de 2014, alcanzando los 28 billones de dólares.

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