
Tailandia es un país situado en el sudeste asiático con cerca de 70 millones de habitantes y una renta per cápita de unos 4.200 euros. Hasta ahí todo normal. Pero Tailandia guarda una diferencia fundamental con sus vecinos: su población está envejeciendo a pesar de ser una economía en desarrollo. Este país sufre el problema que afecta a países como Japón, Italia, España o Corea del Sur, países desarrollados en los que los gastos en salud y pensiones son crecientes y no se tiene certeza de que sean sostenibles. ¿Cómo es posible que Tailandia tenga un 0,56% de paro?.
Tal y como publica el equipo de investigación del banco Credit Suisse, "mientras que en varias partes del globo se lucha contra los crecientes gastos de la sanidad y las pensiones, asociados al envejecimiento de la población, en el Sureste Asiático parece que se libra de este problema... Salvo Tailandia".
"Mientras que Indonesia, Malasia, Filipina o Singapur están registrando crecimientos de la población superiores al 1% anual entre 2010 y 2015, el crecimiento en Tailandia durante este periodo ha sido del 0,3%. El crecimiento de la fuerza laboral también es el más bajo de los países de esa región geográfica", señala en informe del banco suizo.
Esta tendencia demográfica está afectando de forma directa a la economía. La combinación de una fuerza laboral estancada, bajos tipos de interés, poca inversión y escasez de capital humano cualificado están lastrando el crecimiento potencial de Tailandia, que podría caer alrededor del 3,5% en la próxima década.
Desde Credit Suisse se culpa, entre otros factores, a la inestabilidad política del país. La escasa confianza de las familias tailandesas en sus instituciones y políticas lastran la natalidad: "Las reformas políticas son necesarias. El país ocupa el puesto número 85 en el ranking de Transparencia Internacional y Corrupción. Además, el país vive una inestabilidad perenne, protagonizada por grandes protestas, golpes de Estado y corrupción".
Si estos problemas no se atacan directamente, la inversión extranjera en el país está en peligro y con ella el desempeño económico futuro y presente. El envejecimiento de la población están transformado sus hábitos de consumo, lo que está lastrando los resultados de las empresas: "A día de hoy Tailandia es un país con poco atractivo para la inversión extranjera", sentencian los economistas de Credit Suisse.