En las recientes negociaciones entre Grecia y el Eurogrupo, Alemania siempre ha ocupado el lugar de 'máximo oponente' a las propuestas helenas. Sin embargo, la intrahistoria de las reuniones de la semana pasada revela que el ministro de Economía español, Luis de Guindos, adquirió una especial relevancia enfrentándose a Atenas, llegando al punto de protagonizar una tensa escena con Yanis Varoufakis, el titular de la cartera de Finanzas griego. Así es la lista de reformas con la que Grecia intenta convencer a Bruselas.
Según recoge Bloomberg citando a dos fuentes conocedoras de las conversaciones, durante la reunión del viernes Guindos se mantuvo firme en su rechazo a hacer más concesiones a Grecia y arremetió contra Varoufakis, al que llegó incluso a levantar la voz. De acuerdo con la citadas fuentes, el ministro español espetó a su homólogo griego que tenía que ganarse la confianza de sus socios del euro y aprender el modo en que la política se lleva a cabo a nivel europeo.
El ministro español adoptó la línea más dura con Varoufakis en unas difíciles negociaciones que culminaron con un paso atrás de Grecia. De hecho, apuntan las citadas fuentes, tras rechazar el Eurogrupo una petición del alemán Wolfgang Schäuble para concertar una nueva reunión mañana martes y examinar la respuesta griega al pacto del viernes, Guindos insistió y logró convencer a sus socios para realizar una teleconferencia.
El mismo viernes, diversos medios aseguraron que el giro de Guindos respondía a una estrategia de Moncloa ante el auge de Podemos, con la cual trataría de hacer más estricto el programa de rescate para que el acuerdo final no se vea como una victoria de Syriza.
Tras publicarse esta información, una portavoz del Gobierno negó que De Guindos hubiera gritado a Varoufakis.
Cuatro meses más
Grecia y el Eurogrupo llegaron a un acuerdo para alargar el rescate a última hora del viernes, tras horas de arduas negociaciones. La extensión concreta del rescate es de cuatro meses, pero para acceder a la financiación Grecia tendrá que elaborar una carta con una serie de reformas planificadas y enviársela al Eurogrupo a lo largo del día de hoy.
Así, Atenas deben presentar una primera lista de medidas para la reforma, basadas en el acuerdo actual, y las instituciones europeas ofrecerán una primera opinión acerca de si esa lista es lo suficientemente amplia para constituir un punto de partida válido para una conclusión con éxito de la revisión.
Este acuerdo supuso una sorpresa, ya que tanto la Comisión Europea como distintos miembros de la Eurozona llegaban a la reunión con pocas esperanzas de que las negociaciones llegaran a buen puerto.