
Berlín, 22 ene (EFE).- El sector financiero alemán y las aseguradoras del país criticaron el programa de compra de bonos que pondrá en marcha el Banco Central Europeo (BCE) y algunos responsables políticos se sumaron también a los reparos y lamentaron que la canciller Angela Merkel no manifestase posición alguna.
El presidente de la Asociación de Cajas de Ahorro, Georg Fahrenschon, dijo que el BCE se había puesto bajo presión y al final no ha tenido otra salida que satisfacer las expectativas que él mismo había creado en los mercados.
El argumento de que la medida es necesaria para combatir tendencias inflacionarias fue rechazada por Fahrenschon, quien considera que, si se hace abstracción de la caída de los precios de los carburantes, el índice de inflación es estable, aunque en un nivel bajo y el consumo es robusto.
"No veo por ninguna parte peligros deflacionarios que haya que combatir", dijo Fahrenschon
El presidente de la Asociación de Aseguradoras Alemanas (GDV), Alexander Erdland, también criticó la decisión, por considerar que causa daño a los ahorradores y hace aún más difícil crear ofertas de planes de pensiones privados.
La canciller alemana, Angela Merkel, ha desistido comentar la decisión del BCE y ha argumentado que hay que respetar su independencia, pero dentro de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su ala bávara, Unión Socialcristiana (CSU), hay voces que piden al Gobierno que dé un espaldarazo a los críticos de la compra de bonos.
Así, por ejemplo, el diputado cristianodemócrata Klaus Peter-Wilisch ha lamentado que Merkel haya dejado solo al presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, que se ha mostrado en contra del programa.
"Es lamentable como el Gobierno deja sólo al Bundesbnak", dijo Wilisch en declaraciones que recoge el periódico económico "Handelsblatt" en su edición digital.
Wilisch, además, señaló que hay otros miembros del Consejo Directivo del BCE que están en contra de la medida.
"Todos los bancos centrales de países orientados hacia la estabilidad están en contra de la compra de bonos", dijo Wilisch.
El ministro de Finanzas del estado federado de Baviera, Markus Söder, criticó abiertamente al BCE.
"EL BCE lamentablemente no va por buen camino", dijo.
Según Soder, Alemania no tiene por qué dominar el BCE pero el BCE tiene que tener consideración con la cultura de la estabilidad alemana.
Por ello, según el político de la CSU, el Gobierno alemán debería responder a los miembros del consejo del BCE que están en contra del programa.
"EL BCE fue concebido como un Bundesbank europeo y no como un Banco de la Reserva Federal europeo", dijo Soder.
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