Economía

Hans-Werner Sinn: "El BCE usa la deflación como excusa para un rescate a la periferia de la zona euro"

El economista alemán y presidente del Ifo, Hans-Werner Sinn, sigue sin ser partidario de la política expansiva que el BCE está poniendo en marcha con la compra de activos y que, previsiblemente este mes, podría ampliarse con la adquisición de deuda pública. El experto cree que se está utilizando como excusa la amenaza de la deflación para justificar esta nueva ayuda a los países de la zona euro con mayores dificultades financieras.

"El riesgo de la deflación es solo un pretexto para el quantitative easing y para marcar el ritmo de un programa de rescate para el sur de Europa", ha afirmado Sinn en declaraciones recogidas por Bloomberg.

En su opinión, "no hay necesidad" de que el BCE actúe ya que el descenso de la inflación, que en el mes de diciembre se situó en el -0,2%, su primer nivel negativo en cinco años, es consecuencia de la caída de los precios del crudo.

¿Más presión... o no?

Cuando la pasada semana la oficina estadística comunitaria, Eurostat, publicó el dato de IPC de la zona euro, muchos analistas salieron al paso señalando que se trataba de otra señal de conduciría a Draghi a anunciar la compra masiva de bonos soberanos en la próxima reunión del BCE, que se celebra el día 22 de enero. Sin embargo, desde Bruselas se le restó importancia a la cifra y otros analistas resaltan la naturaleza coyuntural de la bajada de la inflación a cierre de diciembre.

En este último grupo se enmarca Sinn, quien insiste en que el tratado de gobierno de la unión monetaria no recoge el argumento empleado por el BCE de combatir un IPC por debajo de su objetivo del 2% con este tipo de medidas expansivas.

El presidente del instituto de estudios económicos germano Ifo ya se ha manifestado en contra de la mutualización de la deuda europea en otras ocasiones. El pasado mes de octubre, aprovechaba la renuncia de Italia y Francia a cumplir el pacto fiscal europeo para urgir a una cancelación del programa OMT del Banco Central Europeo.

"El quantitative easing convertiría al BCE en prestamista de última instancia de los países del euro", indicó Sinn, que en su lugar aboga por una gestión individual y "responsable" de la deuda por parte de cada país. En este sentido, se manifestó recientemente a favor de hacer posible una salida temporal de Grecia del euro que le permita renegociar su endeudamiento y ganar competitividad.

Mientras avanza el problema de Grecia, que este mes encara unas polémicas elecciones anticipadas, se van filtrando nuevos datos sobre las posibles maniobras que prepara Mario Draghi. Recientemente, se difundió que las opciones planteadas por la entidad contemplan la compra de deuda pública por hasta 500.000 millones de euros.

Y es que todo apunta a que pese a la oposición manifiesta de Alemania, Mario Draghi está decidido a lanzar su propia herramienta de política monetaria no convencional que, en propias palabras del presidente del BCE, ha funcionado muy bien en EEUU y Reino Unido.

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