Economía

Un grupo de barones y economistas del PSOE proyecta un manifiesto contra el Gobierno

"¿Tú crees que nos echarán del partido?". Con estas palabras saludaba hace ahora dos semanas un reconocido economista del PSOE a un destacado "barón" del partido. Ambos forman parte del grupo de críticos que ha empezado a mantener reuniones y contactos de cara a organizar un foro de debate interno que mantenga un frente interno abierto contra el presidente Rodríguez Zapatero. Caldera: la actual situación económica se debe al pensamiento neoconservador de Bush.

Un sector de intelectuales y de expertos en economía, entre los que figuran reconocidos "felipistas", lideran un movimiento, todavía en fase embrionaria, pero lo suficientemente avanzado como para estar preparando un proyecto de manifiesto contra la política económica del Gobierno que quieren hacer público después del verano.

Porque el punto fundamental de unión entre este núcleo de oposición interna es el rechazo a una política económica que califican de "neoliberal" y que, en su opinión, "no responde a la ortodoxia socialista ni es la adecuada para hacer frente a una situación de crisis como la actual".

Sin presencia en el Congreso

Lógicamente, este grupo no va a tener voz en el Congreso Federal que el partido va a celebrar este fin de semana. Muchos de ellos no son compromisarios y los que sí han sido elegidos prefieren mantener la prudencia y no reventar lo que definen como "un congreso seguidista en el que se va a pasar de puntillas por la crisis".

Porque ellos sí hablan de crisis, aunque están convencidos de que sus compañeros compromisarios "se van a limitar a aplaudir y respaldar el discurso y las propuestas anunciadas por Zapatero ", en alusión al debate de ayer sobre política económica en el Congreso de los Diputados.

De hecho los críticos apuestan por "aumentar el endeudamiento del Estado, que en España es todavía relativamente bajo", para aumentar la inversión pública, impulsar la inversión privada y mejorar la productividad y la competitividad de la economía, además de incrementar los recursos financieros del Estado para impulsar las exportaciones y la inversión de las empresas españolas en el exterior.

Todo ello acompañado de "una política de control y racionalización del gasto" que evite medidas como la polémica deducción de los 400 euros en el IRPF, con la que este grupo de oposición interna es especialmente crítica.ç

Diferencias evidentes

Estas propuestas contrastan con el texto marco sobre el que trabajan los ponentes en el área económica del Congreso Federal, que destaca como prioridades la lucha contra la economía sumergida y contra las tramas organizadas y los paraísos fiscales; el compromiso de los socialistas de no elevar la jornada laboral en España y la garantía de los derechos de los teletrabajadores.

Mientras, las referencias a las "serias dificultades económicas", como las califica el jefe del Gobierno, se limitan a constatar que las "turbulencias" son fruto de la crisis de las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos, que ha servido para demostrar que el marco supervisor y regulatorio no está adaptado "a la aparición de nuevos productos financieros más sofisticados, más complejos y más opacos".

Frente a éllo los ponente socialistas proponen mejorar la regulación y aumentar la transparencia y la cooperación internacional entre los organismos supervisores.

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