
El Presupuesto europeo se ha convertido en palanca crucial para relanzar la inversión en Europa e impulsar el crecimiento, como pretende hacer la nueva Comisión Europea a partir de 2015. Sin embargo, el maná europeo no solo sufre los tijeretazos de los Estados miembros, sino que también carece una visión estratégica orientada hacia los resultados, y de mecanismos de control más efectivos para reducir el "alto" porcentaje de errores en su desembolso.
Si la pasada semana los estados miembros y el Parlamento Europeo fracasaron en el intento por cubrir 5.000 millones de euros acumulados en facturas pendientes, y en aprobar los presupuestos de la UE para 2015, la Corte Europea de Auditores volvió a denunciar que el porcentaje de errores apenas se ha corregido significativamente en los últimos años. Según los auditores europeos, unos 7.000 millones, del total de 148.000 millones gastados en 2013 (un 4,7%), fueron utilizados con irregularidades, lo que no implica que hubiera fraude.
Y entre los peores de la clase se sitúa España. Nuestro país, el segundo beneficiario de los fondos de cohesión, la partida más abultada, registró el mayor número de irregularidades, al reunir un tercio de todos los errores de importancia en este campo, en los que entre el 80% y el 100% de los fondos europeos fueron mal empleados.
Helicópteros de vigilancia
Fuera de los fondos de cohesión, los auditores europeos también encuentran motivos para sonrojar a nuestro país. Así, se otorgaron a España fondos para la compra de cuatro helicópteros, que serían utilizados en un 75% del tiempo para vigilar las fronteras exteriores de la Unión. Finalmente, los aparatos solamente fueron utilizados en un 25% con este fin, por lo que la financiación debería haber sido del mismo porcentaje.
La Corte subraya en el informe que los principales errores tienen relación con reclamaciones de pagos no elegibles por el tipo de costes, proyectos o beneficiarios; o por violaciones serias de las reglas de concursos públicos.
Mencionan la concesión otorgada al constructor original en un aeropuerto regional en Alemania para realizar obras adicionales. El informe concluye que se cedió la obra a la empresa original como consecuencia "de una preparación pobre del proyecto, del planeamiento y la aplicación". Errores similares fueron detectados también en nuestro país, además de en Bélgica, la República Checa, Italia o Suecia.
Política regional y transporte
Según los auditores, los errores en el campo de la política regional, transporte y energía alcanzaron la tasa más alta (un 6,9%) de los 45.500 millones dedicados a estas prioridades el pasado año, la partida más abultada.
Estas tres áreas son las seleccionadas como prioritarias por la nueva Comisión para inyectar los 300.000 millones de su paquete de inversión. El masivo estímulo fiscal, que Bruselas pretende gastar en sólo tres años, podría encasquillar aun más un sistema de gasto "complejo", y en el que los estados miembros tienen problemas de gestión.
La participación de estos en programas de gestión compartida eleva el porcentaje de errores hasta el 5,2%, desde el 3,7 que tienen las partidas de gasto directamente gestionadas por Bruselas. Más aún, la única partida del pasado año no afectada por un error material (por encima el 2%) es la de Administración, con unos 10.600 millones que maneja en exclusiva la Comisión.
El presidente de la Corte Europea de Auditores, Vitor Caldeira, puso la presión sobre las capitales, por ser el eslabón débil en la gestión de las arcas comunitarias. "Los controles internos deberían ser más efectivos", dijo durante la presentación del informe ante el Parlamento Europeo.