Economía

El 89% de los empresarios mantendrá o elevará la plantilla en 2015

  • Las compañías prevén elevar la inversión en España
El rey Felipe junto a la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, imputada por corrupción. Imagen de EFE

Los empresarios dieron ayer sus calificaciones de fin de curso a los políticos, la situación económica y las reformas del Ejecutivo. El sondeo anual de la Empresa Familiar, realizado entre más de 500 compañías del colectivo, arroja buenas noticias. En especial, la manifestación por parte del 89% del empresariado de la voluntad de mantener o elevar la plantilla el año próximo.

El 32% de los encuestados prevé crear empleo nuevo en 2015 y el 57% mantendrá la plantilla durante el próximo ejercicio. Un oportuno mensaje el que lanzaron ayer los empresarios, máxime teniendo en cuenta que coincide con la publicación de los últimos datos de paro registrado que arrojan un alza de 79.154 desempleados en octubre y con la previsión de la Comisión Europea de que España tenga una tasa de paro del 23,5% el año que viene y del 22,2% en 2016. El presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Javier Moll, ha dejado claro el compromiso empresarial de trabajar para recuperar los 3,3 millones de puestos de trabajo perdidos desde el inicio de la crisis.

Un mensaje que infunde confianza y al que adorna, además, el aumento previsto de la inversión en España por parte de 7 de cada diez empresarios, así como la constatación de que este año han recibido mejores condiciones de financiación, un hecho que deriva en gran medida del efecto de las reformas.

Las reformas del Ejecutivo

Sobre éstas también dieron ayer su veredicto los empresarios. En concreto, los dirigentes de compañías congregados desde el lunes en Alicante también han dado su nota a las reformas del Ejecutivo. Entre los aprobados, la Ley de Mutuas (5,83 sobre un total de 9 puntos), la reforma fiscal (5 sobre 9) y el proyecto de fomento de la financiación empresarial (4,65). Suspende por los pelos la Ley Concursal (4,36 sobre 9) y el sonoro suspenso sigue siendo para la perenne tarea pendiente del Gobierno: la reforma de las Administraciones Públicas, cuyo órgano rector, la CORA (Comisión para la reforma de las Administraciones Públicas) aún tiene tareas pendientes en aras de la redimensión plausible del sector público con el fin de elevar su eficacia.

Minutos antes de la llegada del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, los empresarios congregados en Alicante en el XVII Congreso Nacional de la Empresa Familiar cerraban su encuesta anual sobre la coyuntura política y económica, un sondeo realizado durante las jornadas del Congreso entre más de 500 compañías del colectivo. En este contexto, la alocución del jefe del Ejecutivo estaba lista para ser escrutada con especial intensidad por un auditorio de empresarios que un día antes habían practicado un voto de castigo a la clase política, empeorando desde los 2,25 puntos sobre 9 del año pasado a un exiguo mínimo de 1,08 puntos su calificación de la situación política actual, golpeada por el goteo perenne de casos de corrupción que si bien no salen impunes en los tribunales, no son sin embargo condenados institucionalmente con la celeridad y contundencia que demanda la sociedad.

Los políticos, en mínimos

La encuesta anual de la Empresa Familiar depara una valoración política en mínimos. En tan sólo un año, los dirigentes de las compañías han reducido a menos de la mitad su nota a los políticos, cayendo desde un suspenso al muy deficiente. Y desde las elecciones generales de 2011, la calificación de la situación política ha descendido desde los 1,66 puntos a los 1,08. El director general adjunto del IEF, Jesús Casado, ha dejado claro el mínimo que arroja la encuesta en este punto. Se trata de un registro especialmente decepcionante, cuando precisamente no se mascaba pesimismo en el Congreso Anual. Al contrario, la percepción empresarial de la situación económica española está en máximos desde el inicio de la crisis, habiendo repuntado desde los 2,77 puntos de 2008 hasta los 4,26 de este año.

Respecto a perfil de la recuperación, los empresarios creen en su mayoría que va a ser moderada y con una limitada creación neta de empleo. Hoy, el 76% de los empresarios apuestan por esta salida de la crisis, frente al 59% en 2013. Y se reducen al 23% las compañías que estiman que la recuperación será frágil sin creación neta de empleo, frente al 34% que apostaba por esta opción un año antes.

En cuanto al desempeño de las compañías, las expectativas de los empresarios son muy positivas. El 66% espera un aumento de su cifra de ventas el año que viene, frente al 58% que en 2013 confiaba en elevar su cifra de negocio. Sólo el 5% cree que su facturación podría caer este año.

La mejora de las expectativas se apoya también en un termómetro de recuperación incipiente: el 55% de las compañías manifiesta haber recibido mejores condiciones de financiación este año, frente al 24% que notaban esa mejora en 2013. Una muestra de que desaparece el estigma de una España con la banca asistida por Europa y de que se aplaca el recelo de los mercados hacia nuestra economía.

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