Economía

Irlanda quiere protegerse de otra burbuja inmobiliaria: endurecerá el acceso a las hipotecas

  • Los bancos sólo financiarán hasta el 80% del precio de la vivienda
  • El valor de las casas en Dublín se ha disparado un 25% el último año

La sombra de una nueva burbuja inmobiliaria planea sobre Irlanda. Ante este conocido escenario, el Banco Central irlandés estudia poner en marcha una exigente reforma hipotecaria que entre en vigor a principios del año que viene. Irlanda demuele ciudades fantasma levantadas en la burbuja.

El gobernador del organismo monetario, Patrick Honohan, ha adelantado una batería de medidas destinadas a limitar el crédito que ofrecen las entidades financieras. Honohan ha asegurado que las nuevas normas contemplan que los préstamos estén vinculados únicamente al valor de la vivienda, así como a los ingresos de los posibles hipotecados.

En particular, Honohan aboga porque la banca sólo financie hasta el 80% del precio de la vivienda. También se limitará el acceso al crédito a los clientes que pidan más de tres o cuatro veces el cómputo de sus ingresos.

Alerta por la subida de los precios

Las últimas cifras del mercado inmobiliario reflejaron que en Dublín el valor de las casas en el último año había aumentado en un 25%. A pesar de ello, los apartamentos en la capital son aún un 40% más baratos que en febrero de 2007, cuando el sector alcanzó su punto más álgido.

No obstante, las precauciones parecen pocas. Es por las lecciones del pasado por las que las autoridades monetarias no han dudado en ponerse manos a la obra para evitar un nuevo rescate millonario por parte de la Unión Europea y el FMI.

El desplome del sector inmobiliario arrastró a la banca nacional, lo que llevó al Gobierno irlandés a rescatarla y asumir una deuda que le obligó a solicitar asistencia por valor de 85.000 millones de euros, programa de ayuda que abandonó con cierto éxito el pasado diciembre.

Impagos de hipotecas

En los últimos meses las consecuencias del crédito barato y accesible se han hecho notar cuando los hipotecados no han sido capaces de hacer frente al pago de los créditos. Las cifras marcaban el paso y detallaban que a principios del año pasado había 94.500 hipotecas con pagos atrasados por más de 90 días y 23.500 durante más de 720 días.

Ante este escenario, el Gobierno irlandés anunció severas medidas para ayudar a los ciudadanos a pagar sus créditos hipotecarios y evitar así los desahucios. Entre ellas, obligó a las entidades financieras a negociar con los clientes en dificultades un plan de pago sostenible a largo plazo.

En el pasado, los bancos irlandeses han retrasado las soluciones porque les favorecía a nivel contable, al no tener que declarar como pérdidas impagos de hipotecas que aún no habían sido reestructuradas.

Política de austeridad

Esta problemática que ha resurgido en el sector inmobiliario se enmarca en unas previsiones económicas para Irlanda el año más bien modestas. Según el Banco Central Irlandés, la economía podría crecer un 3,4%. La última publicación de la Oficina Central de Estadísticas de Irlanda, el PIB interanual creció un 7,7%, ritmo similar al de países como China.

En su análisis trimestral, el organismo monetario consideró que el Gobierno debía mantener en los presupuestos generales de 2015 el nivel de ajuste necesario para intentar reducir el déficit público hasta el 3%, techo dictado por Bruselas.

El Banco Central Irlandés se mostró de acuerdo con los sectores que piden al Ejecutivo un recorte de al menos 2.000 millones de euros en las cuentas del próximo año, a pesar de que la economía presenta números positivos desde el final de su rescate en diciembre.

Algunos analistas sostienen que el Ejecutivo está obligado a moderar su política de recortes después del castigo sufrido por conservadores y laboristas, socios en el Gobierno, en los pasados comicios locales y europeos.

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