
Irlanda ha pasada de ser uno de los 'PIGS' a convertirse en el modelo a seguir para el resto de Europa. Según la última publicación de la Oficina Central de Estadísticas de Irlanda, el PIB interanual del 'tigre celta' creció un 7,7%, ritmo similar al de países como China.
Tal y como publica el Financial Times, mientras países como Francia e Italia se estancan y debaten sobre reformas que nunca llegan, Irlanda hizo sus deberes y ahora está recogiendo los frutos del trabajo bien hecho.
Todo se ha puesto de cara para el Estado presidido por el conservador Michael Noonan.
Las dos parejas comerciales más importantes de Irlanda, Estados Unidos y el Reino Unido, crecen con paso firme, al igual que sus importaciones, lo que favorece a las exportaciones irlandesas, que han crecido un 7,8% en el último trimestre. Por si esto fuera poco, las últimas decisiones en política monetaria, también han beneficiado a Irlanda, que ve como la rentabilidad de su deuda sigue cayendo con fuerza.
Aunque el entorno esté favoreciendo al país, hay mucha parte de culpa de su mejora en las reformas emprendidas por su gobierno: reducciones drásticas de los salarios en el sector público, descenso de los salarios en el sector privado para ganar en competitividad, inversiones para renovar la industria y, sobre todo, el saneamiento y reestructuración del sector financiero, que fuera el motor de la economía irlandesa en el periodo 2000-2007.
La creación de un 'banco malo' absorbió gran parte de los activos tóxicos que se encontraban en los balances de la banca privada, en su día. Este 'banco malo' fue la causa de que el déficit de Irlanda llegase a alcanzar el 30% sobre el PIB, ahora permite al sector financiero volver a conceder crédito y que la economía se expanda.
Aunque el crédito vuelva a fluir en Irlanda, la economía isleña ha cambiado su estructura. Dentro de los factores que están llevando al espectacular crecimiento del PIB irlandés, el consumo interno está perdiendo peso, mientras que las exportaciones siguen creciendo, una forma de crecimiento más sostenible en el tiempo, con un superávit importante en la balanza por cuenta corriente.
Las reformas y el crecimiento del PIB ya está beneficiando de forma clara a la economía real y tangible. El desempleo ha caído en la isla hasta el 11,5% desde el 15% alcanzado a principios de 2012.
Pero a pesar de todos estos datos positivos, Irlanda aún soporta una losa muy grande. La deuda publica supera el 120% del PIB, una de las cantidades relativas (deuda /PIB) de Europa.
Aún así, desde el Financial Times aseguran que Irlanda es un ejemplo esperanzador, que demuestra cómo un país puede recuperarse tras un rescate, a pesar de las nada favorables previsiones internacionales: "Otros deberían aprender de este ejemplo".