El Índice de Precios de Consumo (IPC) experimentó un aumento de siete décimas en el mes de mayo respecto a abril y la tasa interanual repuntó cuatro décimas, hasta en el 4,6%. A pesar de que esta tasa anual es una décima más baja de lo esperado por los analistas, se trata de la más alta que se registra desde julio de 1995.
El repunte de mayo supone, además, volver a las subidas tras el respiro que supuso abril, mes en el que la inflación cayó tres décimas, hasta el 4,2%, después de haber encadenado siete aumentos consecutivos.
Así, en mayo y por séptimo mes consecutivo, la inflación se mantuvo por encima del 4%, lejos de la previsión para el conjunto del año del Gobierno del 3%, debido, en gran parte, al aumento de los precios de los carburantes y lubricantes, que han tenido especial incidencia en los precios del transporte.
El secretario de Estado de Economía, David Vegara, ha afirmado hoy que la previsión del Gobierno de acabar el año con una inflación en el entorno del 3% "no es factible, a no ser que haya una sorpresa".
Previsiones
La mayoría de los economistas coinciden en destacar que la inflación todavía no ha tocado techo. Según la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), el IPC alcanzará su máxima cota en el mes de agosto, cuando alcanzará el 4,8% en tasa interanual. Funcas explica en sus previsiones que estos nuevos repuntes serán consecuencia de las últimas escaladas del crudo, aunque la inflación se reducirá hasta el 3,6% en el mes de diciembre, lo que permitirá que la media anual se sitúe en el 4,3% en 2008, un punto por encima de la que alcanzó en 2007, cuando se situó en el 3,3%.
"El fuerte repunte de los precios del crudo tras el verano pasado nos ofrece margen de maniobra para bajar la tasa anual de inflación. Partiendo de una hipotética estabilidad de los precios en la actualidad, veríamos niveles de 3,7% para la inflación general en diciembre", estima José Luis Martínez, economista de Citi.
Este analistas considera que en estos momentos, "con la acumulación de factores negativos para la inflación, como la actual huelga de transporte, y positivos, como la magnitud del deterioro de la demanda, interactúan de forma que hacen muy complicado fijar una previsión de la inflación con cierta probabilidad".
Repunte subyacente
Según los datos hechos públicos hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación subyacente, que no incluye los precios de los productos energéticos ni de los alimentos no elaborados, se situó en el 3,3% en mayo, dos décimas más que en abril y una por encima de las previsiones de los analistas.
Por su parte, el Indicador de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) alcanzó en mayo el 4,7% interanual, cinco décimas más que en abril.
Productos más inflacionistas
El alza mensual de los precios se ha producido principalmente por un encarecimiento en el trasporte del 2,5%. También han colaborado el vestido y el calzado, que subieron un 1,3% respecto a abril por el comportamiento de los precios en la temporada de primavera-verano.
La tasa internual se ha visto influida fuertemente, como en meses anteriores, por la subida de los precios de la energía, que explica más de 2 décimas en el repunte de la inflación en mayo. El índice de la energía repunta con fuerza hasta alcanzar un nivel anual del 16,5 % en mayo.
Los alimentos sin elaborar mantienen su encarecimiento anual prácticamente estable, con una subida de una décima hasta el niveles del 4,1%.
La inflación del sector servicios recuperar ritmos de crecimiento del 3,8% desde el 3,5% anterior. Por debajo del 4,0% de marzo, pero en los niveles de diciembre pasado con todos sus componentes al alza.