Economía

"No existe una receta mágica para corregir la brecha social en la zona euro"

El director gerente del Banco Mundial, Bertrand Badré. Foto: Archivo

Bertrand Badré, la mano derecha de Jim Yong Kim al frente del Banco Mundial, reconoce que el crecimiento económico es crucial pero éste debe ser de calidad. Es por ello que la inversión en infraestructuras es, según su parecer, una de las opciones más seguras para este cometido.

Aunque la institución donde trabaja centra sus esfuerzos en los mercados emergentes, como francés de nacimiento también tiene sus consejos para la eurozona, donde asegura que hay que perderle el miedo a la titulación, como una herramienta más para hacer fluir el crédito.

El G-20 ha mostrado un compromiso para garantizar una expansión del PIB mundial del 2% durante los próximos años. ¿Cómo puede lograrse?

Primero, reconociendo la importancia que tiene el crecimiento, de forma que no siempre estemos persiguiendo la austeridad. Creo que es un compromiso importante el fijarse en generar un crecimiento adicional, pero éste debe ser de calidad.

Sabemos cómo fomentar el avance económico sobre el papel, mediante medidas estructurales, inversiones adicionales, financiación de obras de infraestructura a largo plazo? pero no es fácil traducirlo a la realidad. Desde el Banco Mundial abogamos por un crecimiento que beneficie a la mayoría de la población y no sólo al 1 o al 0,1%, es por ello que nuestro objetivo reside en la calidad de dicha expansión. Por lo tanto, necesitamos desarrollar programas sociales o inversiones en infraestructura que beneficien a todos.

Usted menciona la importancia de la inversión en infraestructura; pero no existe la liquidez suficiente por parte de los bancos, la empresas acumulan enormes cantidades de efectivo sin invertir en capital y los inversores institucionales se asientan sobre más de 70 billones de activos? ¿Cómo cambiamos esto?

Creo que uno de los grandes problemas es el cambio de contexto. Desde hace muchos años, la inversión en infraestructura ha estado dominada por los agentes bancarios, pero el sector bancario se ha retirado ante la presión del mercado y de los reguladores.

Es decir, los bancos están pensando más a corto plazo que a largo plazo, a centrarse en el mercado doméstico en lugar del internacional. Es necesario buscar la forma de originar la capacidad y distribución financiera que este tipo de inversiones requieren.

Los inversores institucionales, de momento, no tienen la capacidad para asumir estos riesgos. Es por ello que el perfil de largo plazo de las inversiones en infraestructra es clave, ya que esta clase de emisores buscan obligaciones de larga duración. Tenemos que fomentar las condiciones para que los inversores consideren estas inversiones como una alternativa real.

Precisamente, uno de los problemas en la zona euro en estos momentos es la congelación del crédito. ¿Qué se necesita para que la liquidez fluya a las familias y las pymes?

Para mí, es esencial una mezcla de distintas medidas. Por supuesto, el BCE tiene un papel central a la hora de garantizar que el sistema bancario esté financiado adecuadamente. Pero la Unión Bancaria es esencial, la revisión de la calidad de activos es clave, las pruebas de estrés son fundamentales, ya que ofrecerán confianza en el sistema.

Por otro lado hay que definir como los bancos originarán productos y proyectos atractivos que motiven a los inversores. Una de las prioridades está en reinventar la titularización. Este concepto puede seguir teniendo una connotación negativa para algunos, pero su uso adecuado hace de este instrumento financiero una herramienta muy útil para el manejo del riesgo; es una gran manera de canalizar fondos para los inversores. Muchos de estos emisores tienen dinero pero no tienen acceso a los mercados.

Es por ello que restaurar la confianza en el sistema y reorganizar una nueva relación entre los inversores institucionales, que tienen la liquidez, y los bancos es esencial y está en progreso. El punto álgido de la crisis ha quedado atrás, pero aún no hemos salido de ella.

¿Debería el BCE adoptar medidas extraordinarias de flexibilización monetaria como ha hecho la Fed desde 2008?

Es esencial no olvidarnos de que la política monetaria de EEUU es muy diferente a la de Europa. En EEUU, la mayor parte de la economía está financiada por los mercados; mientras que en Europa, la mayor parte de la economía está financiada por los bancos. Es por ello que es crucial estar seguros de que estos funcionan correctamente.

No se puede esperar que al BCE sea el único en actuar. En realidad, lo hará como lo ha hecho hasta ahora. Sólo tenemos que ver donde estábamos hace cinco años? estoy sorprendido por todo el progreso que se ha conseguido. El BCE tiene un papel fundamental para recuperar la confianza en el sistema. Una vez que se consiga esto, habrá que reestablecer el diálogo entre los bancos y las aseguradoras, fondos de pensiones, etc., para ver cómo se puede establecer un nuevo equilibrio.

En algunos países de la periferia europea, como en España, el desempleo sigue siendo muy elevado y la brecha social se ensancha. ¿Conseguiremos corregir esta tendencia?

En realidad España ha enfrentado muy bien la difícil situación de los últimos años. Es doloroso que el desempleo se haya disparado, pero ha sido capaz de implementar una serie de reformas estructurales necesarias para corregir las rigideces de su mercado laboral. Hay que tener en mente las reformas estructurales, la perspectiva de crecimiento, y no perder de vista la desigualdad social , todos estos elementos son necesarios.

Desafortunadamente, no existe una receta mágica para corregir esta situación. De hecho, es importante reconocer los avances y las reformas que se han adoptado en España teniendo en cuenta el duro impacto en la población.

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