Economía

Eurostat pone en duda las cuentas griegas y complica la renegociación de su deuda

  • La oficina europea recoge un déficit de 15.800 millones

El juego de los números ha vuelto a aparecer en el panorama de los acontecimientos económicos en Grecia. La notable contradicción entre los datos anunciados por el propio Gobierno heleno y los del informe oficial de Eurostat la semana pasada se mide en varios millones de euros: mientras que Atenas lleva tiempo declarando a toda voz que el año 2013 consiguió un superávit primario de 3.400 millones (por primera vez en seis años), Eurostat no se ha sumado al entusiasmo griego y anunció que, en realidad, las cuentas griegas para el año pasado presentan un déficit de 15.800 millones euros.

Como es natural, el hecho hizo que apareciese de nuevo la anécdota de los greek statistics, es decir el resentimiento a nivel internacional en cuanto a la capacidad, o incluso la voluntad, de las autoridades griegas de presentar datos económicos fiables y reales.

Empezando desde el principio, el Gobierno de Antonis Samarás anunció hace varias semanas que tras años de recesión, recortes y austeridad, las cuentas del país consiguieron presentar un superávit primario para el año 2013 de un valor total de 3.400 millones de euros. El hecho fue recibido con entusiasmo entre las filas del Gobierno y con cautela por parte de la oposición. Sin embargo, desde el primer momento se hizo claro que este logro formaría la punta de los argumentos helenos para la renegociación de la deuda griega con los acreedores internacionales y la Troika.

De hecho, hubo varias declaraciones por parte de oficiales europeos, incluso de la propia canciller alemana Ángela Merkel durante su visita oficial a Atenas, que aplaudieron lo anunciado.

El silencio de Bruselas

La semana pasada se esperaba un aplauso más, esta vez por Eurostat que en su informe oficial iba a confirmar el logro de superávit primario griego para el 2013. En vez de eso, en su informe Eurostat no dedicó ni una sola palabra a ningún hecho de superávit griego; al contrario, se anunció que para el año en cuestión Grecia presenta un déficit de 23.000 millones de euros (un 12,7% del PIB griego) o de 15.800 millones (8,7% del PIB) si se excluyeran los intereses de los préstamos internacionales.

Los números de Eurostat provocaron cierta inquietud en Atenas que vio como su argumento principal en el debate de la renegociación de la deuda se desmontaba sin piedad. El hueco entre los datos presentados por Atenas y Eurostat es considerable, pero hay explicaciones.

En primer lugar, la diferencia radica en el acuerdo entre Grecia y la llamada troika para usar un particular modelo a la hora de calcular las finanzas públicas griegas durante todo el periodo que el país seguirá en el Memorandum. De hecho, el Memorando Técnico de Entendimiento que las dos partes firmaron prevé que "el gasto primario del gobierno central no incluye los pagos relacionados para el apoyo a los bancos".

En base de este acuerdo, a la hora de calcular el superávit (o el déficit) del año, Atenas dispone de la posibilidad de excluir la cantidad de dinero tomada en préstamo para recapitalizar a los bancos. Y es este acuerdo el que llevó al equipo técnico griego a no tener en cuenta los 19.272 millones de euros que hizo servir para la recapitalización de sus bancos durante el año 2013. De ese modo, el déficit primario de los 15.800 millones anunciado por Eurostat se convierte en superávit primario de 3.400 millones de euros.

Aún así, la cosa de acaba aquí. Incluso la misma troika no reconoció por completo el valor del superávit griego: de los 3.400 millones, la troika propuso que unos 2.000 millones deberían quedar sin tocar para posibles casos de emergencias, bajando así el superávit final a los 1.400 millones.

El puzzle griego

Un detalle más que completa el puzzle de las lecturas del superávit/déficit griego es un punto relacionado con las deudas del Estado griego hacia los propios ciudadanos. En este momento las deudas estatales hacia particulares en Grecia se calculan en unos 4.600 millones de euros. Se queda claro entonces que aunque la lectura de los datos que proponen Atenas y troika fuese la única y la más correcta de todas, aún faltarían 1.000 millones de euros para que el Estado se deshiciese de todas sus deudas.

Queda por ver de qué forma afectará el tema del "superávit o no" de Atenas a la hora de poner sobre la mesa el problema de la renegociación de la deuda griega con los acreedores. Hasta ese momento, las palabras "greek statistics" han vuelto a aparecer en las portadas de la prensa internacional y, lo que es peor, en los mercados internacionales.

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