
En Norteamérica es bastante común que los fondos de pensiones de trabajadores del sector público diversifiquen su cartera de inversión para intentar -como haría cualquiera- lograr el máximo rendimiento. Pero eso hace que, a veces, el portfolio pueda terminar conteniendo activos poco recomendables, como en el caso de los profesores de California.
Tras la masacre de Sandy Hook, en la que un joven asesinó a tiros a 20 niños y seis profesores, se supo que el fondo encargado de asegurar la jubilación de los docentes de California (CalSTRS) era propietario de participaciones en al menos tres fabricantes de armas.
Poco menos de un año y medio después de la carnicería, el CalSTRS ha conseguido deshacerse de sus activos en Smith & Wesson y en Sturm, Ruger, and Co., pero de su cartera aún sigue saliendo un fortísimo olor a pólvora.
Y es que Adam Peter Lanza, el asesino de la escuela de Sandy Hook, utilizó un rifle XM-15 fabricado precisamente por Bushmaster, empresa de la que aún que son copropietarios los profesores de California a través de Cerberus Capital.
Pese al tiempo transcurrido desde la masacre, el CalSTRS no se ha sentido aún con fuerza para deshacerse del 2,4% en la propietaria de Bushmaster, tal y como informa CNNMoney.
"Es absolutamente frustrante", afirma el máximo responsable de dirigir las inversiones del fondo de pensiones de los docentes, Christopher Ailman, que reconoce que "presionan a diario" a Cerberus para que reduzca su participación en la fabricante de armas.
Pese a todo, el CalSTRS reconoce que no se plantean la alternativa más fácil: salir de Cerberus. El proceso sería largo pero, sobre todo, demasiado costoso.