Bancos y organismo oficiales ya han hecho los deberes en lo que a previsiones económicas se refiere, pero, ¿tendrán que repetir el examen? Y es que la acumulación de datos negativos respecto a la economía española está sorprendiendo a los analistas, que no esperaban que el deterioro de la actividad española tomase la velocidad que se está observando: este martes se ha conocido que el paro subió en 37.542 personas en abril.
La caída de la producción industrial y el aumento del desempleo en España se han sumado hoy a los recientes pobres indicadores oficiales, que han creado sorpresa entre los economistas.
La producción industrial se redujo un 2,6 por ciento en marzo en cifras desestacionalizadas, continuando una tendencia de descensos interanuales durante la cual se han producido tres contracciones en cinco meses. El número de parados registrados volvió a subir en abril, esta vez en 37.542, con lo que el número de desempleados ascendió a 2,34 millones, un incremento del 15 por ciento en 12 meses.
Sorpresas negativas
Los economistas se mostraron sorprendidos por la velocidad con la que España, que creció una media del 3,7 por ciento anual en la década a 2007, ha entrado en declive económico. "La acumulación de datos negativos es sorprendente", expresó José Luis Martínez de Citi, quien prevé una desaceleración del crecimiento económico a alrededor del dos por ciento desde el 3,8 por ciento del año pasado y contempla nuevos riesgos bajistas.
"La industria española se ve mermada por la caída de las ventas al por menor así como por la fortaleza del euro, que perjudica las exportaciones, afirma Xavier Segura de Caixa Catalunya. "Hay una dificultad bastante clara vinculada con la producción de bienes de consumo. Aquí sí se están detectando una desaceleración del consumo un poco más fuerte de lo que estábamos previendo", añade.
El índice PMI de gerentes de compra de los servicios también proporcionó hoy más malas noticias al revelar la mayor pérdida de empleo en el sector de los nueve años de historia del indicador. El PMI indicó que la actividad del sector se recuperó ligeramente respecto a marzo, pero sigue muy lejos de los 50 puntos que separan el crecimiento de la contracción.
Respuesta oficial
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, miembro también del consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE), señaló que la morosidad en España no era alta, una señal alentadora para el sector bancario, aunque prevé un aumento de este problema. "Hay un proceso de ajuste en la economía española que está tomando cierta velocidad. Evidentemente va a significar una disminución del empleo en la construcción", indicó.
La adhesión de España al euro ha posibilitado el incremento de la deuda al ofrecer a los españoles unos tipos de interés más bajos. Pero ahora, la fortaleza de la moneda única contra el dólar se ha vuelto incómoda para muchas compañías en España, donde la productividad es baja en términos de la Unión Europea.
La alta inflación, causada en parte por la subida de los precios globales de la energía y de los alimentos, ha reducido las posibilidades de que el BCE procure reactivar la economía mediante un recorte de los tipos de interés.
En el lado positivo, el mundo en desarrollo todavía registra una demanda de exportaciones europeas, incluyendo bienes alemanes y componentes españoles, dijo Segura. "La clave es ahora centrarse en la competitividad de sectores que no sean el constructor", expresó Fernández Ordóñez.