Los hogares españoles siguen reduciendo su consumo afectados por el incremento de las cuotas de las hipotecas y el encarecimiento de los combustibles y los alimentos. Y en marzo lo han hecho de forma drástica, tal y como ponen de manifiesto la caída del 8,7% que han sufrido las ventas minoristas en ese mes. Se trata del descenso más importante desde que en enero de 2004 comenzara a elaborarse este indicador.
De esta forma, las ventas de comercio al por menor regresaron a tasas negativas después de la tímida subida que experimentaron en febrero del 0,5%. En enero, la caída fue del 1,7%.
El retroceso de marzo es mucho mayor de lo esperado por los analistas consultados por Bloomberg, que habían estimado un descenso del 2,7%. En cualquier caso, este desplome es matizable tanto por la diferencia del número de días hábiles como por la Semana Santa, que ha tenido lugar este año en el mes de marzo, mientras que en 2007 tuvo lugar en abril.
La caída de las ventas al por menor, corregidas de este efecto del calendario, fue del 5,5%, según los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Las ventas de los productos alimenticios descendieron un 5,1%, mientras que las de los productos no alimenticios cayeron un 11,2%. Entre estos últimos, las ventas en el segmento de equipo personal se redujeron un 6%, las de equipo del hogar bajaron un 17,1%, y las de otros bienes retrocedieron un 8,2%.
En contraste con el descenso de las ventas, el empleo en el sector del comercio minorista, tanto asalariado como no asalariado, registró en marzo un incremento del 1,2%. Las tasas interanuales más elevadas correspondieron a las grandes superficies (4,8%) y las grandes cadenas (4,4%), siendo negativa en las pequeñas cadenas (-0,8%).