El mercado esperaba que fuese en septiembre, pero la Reserva Federal de EEUU (Fed) decidió esta semana optar por la cautela y mantener los estímulos monetarios por valor de 85.000 millones de dólares anuales en lugar de empezar a reducirlos. ¿El motivo? Quiere esperar hasta que la recuperación sea más sostenible.
Pero este viernes, uno de los miembros de la Fed, James Bullard, ha señalado que el anuncio de esa reducción podría llegar en la reunión del próximo mes, que se celebra los días 29 y 30 de octubre. Eso sí, insiste en que todo dependerá de la evolución de los datos económicos que se conozcan hasta entonces.
"Es posible obtener algunos datos que cambien el aspecto de la perspectiva y hagan que la Fed se sienta cómoda con el inicio del fin de los estímulos ya en octubre", ha señalado Bullard, presidente de la Fed de St. Louis, en declaraiones a Bloomberg TV.
Según manifestó el miércoles el presidente del organismo, Ben Bernanke, la Fed podría empezara reducir sus estímulos en cualquier momento, posiblemente a finales de año, si bien insistió en que este proceso no tiene una senda establecida y dependerá de la evolución de la economía. Si la intención del organismo es empezar a reducir los estímulos antes de que llegue 2014, deberá hacerlo entonces en octubre o diciembre, las dos reuniones que quedan pendientes en 2013.
La decisión de la Fed sorprendió a muchos analistas, que esperaban que el organismo diese un paso más en su política monetaria y anunciase el inicio del fin de los estímulos económicos en EEUU.
En concreto, el mercado se había mentalizado de que podría anunciar una reducción en sus compras de bonos, por valor de alrededor de 10.000 millones al mes.
Sobre la cantidad también se ha manifestado Bullard. A pesar de que siempre se ha mostrado a favor de reducir los estímulos de forma progresiva, ha considerado este viernes que tampoco hay tanta diferencia entre no reducir nada y reducirlo en 10.000 millones, en referencia a la excesiva reacción de los mercados.