
El primer ministro de Rusia, Dimitri Medvédev, se ha mostrado abiertamente crítico con la gestión que está haciendo el Eurogrupo del problema de Chipre, y tampoco ha expresado una buena valoración de las actuaciones de Nicosia, que ha acudido a Moscú en busca de ayuda. "Actúan como un elefante en una cacharrería", manifestó.
"Todos los posibles errores que podían ser cometidos los han cometido", ha afirmado el mandatario ruso en declaraciones que recoge el diario británico Financial Times.
Europa y los soviéticos
En relación con la propuesta de aplicar una quita sobre los depósitos bancarios, que el martes rechazó el Parlamento chipriota por una abrumadora mayoría, Medvédev considera que se trata de una medida "confiscatoria" que no tiene precedentes.
"No lo puedo comparar con nada, salvo con las decisiones que tomaron las autoridades soviéticas, que no pensaron demasiado en los ahorros de los ciudadanos", apunta el primer ministro ruso, que ya criticó las decisiones adoptadas por el Eurogrupo este lunes.
"Pero ahora vivimos en el siglo XXI, bajo condiciones de mercado. Todo el mundo ha estado insistiendo en que los derechos deberían ser respetados", asegura. Casi un tercio del total de los depósitos en bancos chipriotas pertenecen a ciudadanos rusos.
Preocupado por los depósitos
En este sentido, advirtió de que implantación de un gravamen extraordinario sobre los depósitos es una medida que podría extenderse a otros países de la zona del euro. "Si se puede hacer en Chipre, ¿por qué no se puede hacer en España, Italia o en otros países con problemas financieros? Mañana podrían comenzar a confiscar los depósitos allí. Esto da que pensar", concluyó.
Estas declaraciones parecen alejar aún más la posibilidad de que Mopscú tienda su mano a una desesperada Chipre, que ayer envió a su ministro de Finanzas, Mijalis Sarris, a negociar con representantes del gobierno ruso.
La intención de la delegación gubernamental chipriota era conseguir una reestructuración del crédito de 2.500 millones de euros concedido por Rusia en 2011 y vigente en la actualidad, y obtener otro préstamo con el que esquivar las exigencias de Bruselas.
Las conversaciones terminaron sin ninguna concesión por parte del Kremlin y tampoco se ofreció ninguna pista sobre cuál será el próximo paso. Eso sí, se propagaron rumores sobre la posible compra de un banco chipriota, el Laiki BAnk, por parte de un inversor ruso, aunque este punto no ha sido confirmado.
En este sentido, Médvedev tampoco ofrece ninguna garantía de que Rusia vaya a prestar a Chipre el apoyo que pide, aunque sí ha asegurado que continuarán negociando hoy con Sarris y con los oficiales de la Comisión Europea y con su presidente, José Manuel Barroso.
Vigilando sus reservas
Por otra parte, el primer ministro ruso considera la crisis del sistema bancario del país mediterráneo, al borde de la bancarrota, es motivo para sopesar la disminución de la parte en euros de sus reservas internacionales.
"Quisiera ser igual de optimista (que antes), pero me veo obligado a decir que es un motivo para pensarlo", contestó Medvédev a la pregunta de si Rusia disminuirá la parte en euros de sus reservas de divisa debido a la crisis financiera de Chipre.
Antes del estallido de la crisis chipriota, el jefe del Gobierno ruso había manifestado su confianza en la moneda europea y había asegurado que su país no tenía la intención de reducir porcentaje en euros de sus reservas internacionales (526.172 millones de dólares), que actualmente es del orden del 40%.