
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, ha presentado oficialmente el esperado proyecto de reforma de la reglamentación financiera, destinado a mejorar la eficacia del sector. Los más destacado de la iniciativa es que la Reserva Federal aumenta sus poderes de forma considerable para que vele por la estabilidad del mercado financiero. La crisis muestra similitudes con todas las anteriores: ¿es la más aterradora?
El máximo responsable económico de la Administración Bush, que fuera antaño consejero delegado del banco de inversión Goldman Sachs y uno de los más firmes defensores de la desregulación de los mercados financieros ha hecho públicas las propuestas, que aparecen en un borrador de 218 páginas y con las que se pretende efectuar la mayor reforma de la normativa que regula los mercados financieros del país de los últimos 80 años.
Principales iniciativas
El aspecto más destacado del proyecto supone la extensión de los poderes de supervisión de la Reserva Federal (Fed) al conjunto del mercado como garante de la estabilidad del conjunto del sistema y potestad para examinar las cuentas de cualquier empresa.
En concreto, el proyecto de reforma mantiene los actuales poderes de la Fed como responsable de poner en práctica la política monetaria del país, así como de proporcionar liquidez al sistema financiero, a la vez que añade al banco central la facultad de examinar las cuentas de cualquier entidad financiera, no sólo bancos comerciales, sino también bancos de inversión, hedge funds, operadores de futuros y otras compañías con el fin de evaluar su liquidez, así como sus prácticas y los potenciales efectos en la estabilidad del conjunto del sistema.
Asimismo, el proyecto de reforma pretende simplificar los estatutos federales de la banca en uno solo y consolidar todos los reguladores bancarios federales en un único regulador.
Por otra parte, Paulson sugirió la creación de un regulador único de los mercados financieros que vele por la protección de los consumidores e inversores. Este regulador único vigilaría las prácticas empresariales en todo tipo de firmas financieras. "Esta agencia asumiría muchas de las actuales funciones de la CFTC, la SEC y de los reguladores de banca y seguros. Contar con una única agencia responsable de estas cuestiones de vital importancia para todos los productos financieros debería reportar una mayor consistencia regulatoria donde actualmente se producen solapamientos normativos", indicó.
En este sentido, el secretario del Tesoro señaló que entre las recomendaciones a medio plazo se encuentra la de fusionar la SEC y la CFTC.
Momento delicado
Paulson ha querido desvincular este plan de las turbulencias que viven desde hace meses los mercados financieros y señaló que "salvo contadas excepciones" las recomendaciones contenidas en el mismo no deberían ponerse en práctica hasta que quede atrás la actual crisis. De hecho, el proyecto comenzó a redactarse antes de que en agosto pasado estallaran las actuales turbulencias financieras.
Lo que parece claro es que la situación por la que atraviesa el sistema financiero se habrá tenido muy en cuenta a la hora de elaborar muchas de las propuestas presentadas hoy.
Desde que en verano empeoraron los problemas con el aumento de los incumplimientos de pagos de las hipotecas subprime, los mercados del crédito casi se paralizaron totalmente en varias ocasiones.
Junto con ello, ha crecido la irritación del público ante lo que se percibía como un pobre control del cumplimiento de las regulaciones existentes. Muchos créditos hipotecarios se concedieron sin que antes se llevara adelante una tarea básica de verificación de datos.
En algunos casos, ni siquiera se verificaba si los deudores realmente ganaban los ingresos que declaraban, o si fueron alentados a tomar préstamos inadecuados con tasas iniciales más bajas que funcionaban como reclamo, que rápidamente se reajustaban a niveles más altos con pagos mensuales mucho mayores.
En un borrador de las propuestas, el Tesoro ya reconoció que el actual sistema regulatorio está repleto de "vacíos en la normativa, además de redundancias".
Reacciones
La propuesta generó la rápida reacción del precandidato presidencial demócrata Barack Obama, que dijo en un acto de campaña que el presidente estadounidense Bush "no está endureciendo las regulaciones, que no está evitando los tipos de préstamos que son responsables de muchos de estos problemas".
Antes de aprobarse, el plan se encontrará con una fuerte resistencia en el Congreso -controlado por el partido Demócrata- y en el sector financiero, además de en algunos sectores del propio Gobierno.