Los analistas parecen dar casi por hecho que EEUU entrará en recesión, por eso revisan ahora pasadas crisis a fin de comprender mejor la situación actual y evitar un efecto contagio sobre el resto de la economía. La situación actual estadounidense recuerda a numerosos expertos el estancamiento de la economía japonesa en la década de los 90, la estanflación de los años 70, e incluso la Gran Depresión de los 30.
"En esta hay elementos de todas estas crisis y eso es lo que la hace más aterradora", admite el economista independiente Joel Naroff.
Según Peter Morici, economista en la universidad de Maryland (este), la actual crisis estadounidense se asemeja principalmente a la larga estanflación (estancamiento económico y alta inflación) que afectó a Japón después de la recesión de 1989. Explica que los bancos internacionales crearon productos financieros cada vez más complejos con la esperanza de incrementar sus beneficios, pero no lograron contener los riesgos. "Hay un problema estructural en el sistema bancario, como lo hubo en Japón, y hay pocas posibilidades de que el problema sea resuelto rápidamente", advierte.
El economista de la universidad de Princeton Paul Krugman cree que el problema es todavía mayor ya que demasiado dinero salió del sistema bancario regulado para desaparecer en una "red bancaria oculta", basada en productos derivados de los préstamos hipotecarios de riesgo, en la que las autoridades prácticamente habían desaparecido, describió. "Festejamos como en 1929 y ahora estamos en 1930", afirma Krugman en su blog. "La actual crisis financiera es a grandes rasgos una versión moderna de la ola de pánico bancario que sacudió al país tres generaciones atrás", agrega.
En este contexto, Krugman cree que es de esperar que el presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, logre poner fin al círculo vicioso en el que la crisis de confianza y la crisis financiera se retroalimentan. "De lo contrario los próximos años serán muy desagradables. Aunque no la Gran Depresión, será la peor crisis de las últimas décadas", afirma Krugman.
La semana pasada, el propio ex presidente de la Fed Alan Greenspan afirmó que la crisis financiera estadounidense es sin duda "la más grave desde el fin de la segunda guerra mundial".
Entre el pánico y la estanflación
Pero para numerosos economistas, el paralelo más sorprendente es con la estanflación de los años 70. Aunque todavía estamos lejos de la inflación a dos cifras de los años 1970, hay puntos en común", afirma Liz Ann Sonders, economista de Charles Schwab. "Como entonces, el banco central prometió mantener la inflación bajo control pero debió reorientar sus esfuerzos hacia el crecimiento", añade.
Finalmente, otros analistas como Ed Kim de Merrill Lynch ven una "similitud enorme" con el pánico bancario de 1907, una crisis que llevó a la creación de la Reserva Federal.
Un siglo atrás, el banquero J. Pierpont Morgan había negociado un acuerdo para salvar al sistema bancario con la ayuda del Tesoro estadounidense. En 2008, es el banco JPMorgan Chase, que realizó el rescate de Bear Stearns con la ayuda de la Fed, impidiendo así una caída que pudo ser catastrófica. "El círculo se cierra", afirma Kim.
No todo se aprece
¿La Historia estará condenada a repetirse? Los economistas subrayan sin embargo ciertas características únicas de la crisis actual.
A diferencia de la crisis japonesa por ejemplo, los bancos estadounidenses están obligados a contabilizar rápidamente sus pérdidas, evitando así que los préstamos incobrables figuren largo tiempo como activos, señala Keith Hembre, jefe de economistas de First American Funds.
Además, las autoridades estadounidenses asumieron rápidamente el control de la situación, con un plan de reactivación económica de 168.000 millones de dólares y una inyección masiva de liquidez por parte de la Fed, contrariamente a lo sucedido en la crisis de 1929. "No creo que el contexto actual se corresponda con ningún otro episodio del pasado", asegura Hembre.