El Ministerio de Economía ruso revisó hoy al alza la previsión de fuga de capitales para 2012, que pasó de 25.000 a 50.000-60.000 millones de dólares, y la inflación, que pasó del 5 o 6% al 7% en un nuevo cálculo de algunos indicadores macroeconómicos, ante una coyuntura internacional negativa.
El Gobierno ruso calcula que el dinero no empezará a volver a Rusia hasta 2014, mientras que en su anterior pronóstico señalaba que lo haría en 2013 con 15.000 millones de dólares, dijo a los periodistas el viceministro de Economía, Andréi Klepach.