
El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha asegurado que la continuada caída del consumo "es un problema de confianza, no tanto de rentas", por lo que ha considerado básico recuperar la credibilidad en la economía española.
En respuesta a una pregunta del Grupos Socialista en la sesión de control en el Senado, De Guindos ha asegurado que no existe una correlación entre políticas de austeridad y crecimiento, como demuestra, a su juicio, el hecho de que el mayor esfuerzo fiscal en España se produjo entre 2007 y 2009, años en los que cayó la economía y aumentó el paro. "No hay correlación", insistió.
En respuesta al objeto concreto de la pregunta formulada por el Grupo Socialista, sobre la valoración del Gobierno de la caída del comercio interior en abril, del 9,8%, De Guindos admitió que este indicador no ha dejado de caer en esta proporción desde 2007, lo que hace que los datos sean "preocupantes" y que requieran "medidas".
Si bien, añadió que el Gobierno ya está llevando a la práctica estas medidas a través de reformas estructurales para mejorar la competitividad y para que fluya el crédito, entre las que destacó la línea ICO-Liquidez o el fondo para el pago a proveedores.
"Transparencia" con el sistema financiero
En este sentido, el ministro de Economía ha destacado el "ejercicio de transparencia único y como nunca se había realizado" que está llevando a cabo el Gobierno con el sistema financiero español.
Por ello, De Guindos ha puesto como ejemplos de esta transparencia al informe sobre la banca española que debe presentar el FMI el próximo 11 de junio y a los dos informes que están elaborando los consultores independientes contratados por el Gobierno.
"Así es como se recupera la credibilidad y la confianza en el sistema bancario", ha proseguido el ministro, que fue preguntado por el portavoz de la Entesa Catalana de Progrès, José Montilla, por la negativa del Gobierno a las comparecencias sobre Bankia y a la creación de una comisión de investigación.
Para De Guindos, el Gobierno "está abordando de forma adecuada la reestructuración financiera", cuyo problema fundamental es su exposición al crédito promotor y el bajo nivel de cobertura que existía.
Por otro lado, en referencia a las participaciones preferentes, De Guindos ha explicado que el Gobierno trabaja en una nueva normativa que va a exigir una mayor supervisión para estos productos con el objetivo de que no se repita lo ocurrido desde 2009, cuando las entidades financieras empezaron a venderlos a clientes particulares ante las dificultades para venderlos a inversores institucionales.