España fue el país de la Unión Europea (UE) donde más aumentó la presión fiscal en 2010, ya que pasó desde el 30,7% del año anterior al 31,9% del Producto Interior Bruto (PIB), según un estudio de la oficina estadística Eurostat, que también destaca que España es el país de la UE con menos impuestos sobre el consumo.
Según la última edición del estudio 'Tendencias de Impuestos en la Unión Europea', la presión fiscal en el conjunto de la unión de mantuvo estable en 2010 en el 38,4% en comparación con el año anterior. Así, destaca que, tras el marcado descenso de 2009, las medidas de consolidación y una modesta recuperación de la economía llevó a una estabilización de los ingresos fiscales en 2010.
Tras España, los países donde más aumentó la presión fiscal fueron Reino Unido (desde el 34,8% al 35,6%) y Letonia (desde el 26,7% al 27,3%). Por el contrario, Hungría (desde el 40,1% al 37,7%), Lituania (desde el 29,2% al 27,1%) y Bulgaria (desde el 29% al 27,4%) fueron donde más descendió.
Por otro lado, la tasa de imposición implícita -un indicador que mide la carga fiscal media- sobre el consumo se situó en 2010 en España en el 14,6%, tras subir dos puntos porcentuales respecto a 2009, pese a lo cual sigue siendo la más baja de la UE. En el conjunto de la unión, la tasa aumentó cuatro décimas, hasta el 21,3% de media comunitaria, frenando la tendencia a la baja iniciada en 2007.