El pacto entre los líderes griegos ha durado sólo un día. Después de que el primer ministro griego, Lucas Papademos, anunciase ayer que los partidos en coalición habían alcanzado un acuerdo sobre los nuevos ajustes que pide la troika, imprescindibles para activar el segundo rescate al país heleno, hoy se ha descolgado uno de sus integrantes, el líder de la formación ultraderechista LAOS.
Yorgos Karatzaferis ha asegurado en una rueda de prensa que no puede votar a favor de las medidas de austeridad y que el camino propuesto por el BCE, la UE y el FMI "no es el correcto", según recoge el diario británico The Guardian.
"La bota alemana"
Según ha afirmado, la dignidad griega ha sido robada y él no puede sumarse a la "ridiculización" del país. Grecia no puede vivir bajo "la bota alemana", ha manifestado el líder ultraderechista, que ha reclamado que se restaure el proceso democrático en Europa.
El acuerdo anunciado ayer por el Gobierno de coalición heleno fue un paso importante, pero no suficiente para los ministros de Finanzas de la Eurozona, que finalizaron su reunión de ayer pidiendo nuevas condiciones al país, además del compromiso unánime de los tres partido en el Ejecutivo.
Según explicaba el presidente del Eurogrupo, Claude Juncker, el Parlamento griego debe ratificar el plan de ajuste y el Gobierno griego debe plantear recortes adicionales por valor de 325 millones de euros para 2012, en compensación por el recorte de las pensiones que los líderes políticos han rechazado.
Nuevo revés
Tras las demoledoras declaraciones del líder de LAOS, el equipo de Papademos se está planteando retrasar varias horas la reunión que tenían previsto celebrar hoy para seguir delimitando los detalles de los acuerdos que en teoría se habían alcanzado ayer y tratar las nuevas exigencias de la UE.
El partido al que representa Karatzaferis cuenta con 16 parlamentarios, con lo que un voto negativo por su parte no impedimento para que las medidas saliesen adelante. Sin embargo, su postura representa un problema para la resolución de la crisis griega fructifique, ya que la Unión Europea exige que todos los grandes partidos políticos griegos se comprometan a respaldar los recortes como condición para aprobar un segundo rescate, que ascenderá a 130.000 millones de euros. El objetivo es asegurarse que los ajustes se aplicarán gane quien gane las próximas elecciones.
El Gobierno griego tiene hasta el próximo miércoles 15 de febrero para superar este nuevo escollo. Esta es la fecha fijada por Juncker para celebrar una nueva reunión del Eurogrupo, en la que tratarán de dar luz verde al plan de asistencia.
El acuerdo de los grupos políticos era, junto con el acuerdo sobre la quita de la deuda, requisito imprescindible para que los líderes de la zona euro diesen el visto bueno al segundo programa de rescate para Grecia. Este segundo punto también registró ayer un importante avance: según confirmaba ayer el ministro de Finanzas heleno, Evangelos Venizelos, se cerró un acuerdo con los acreedores privados. Aunque no trascendieron detalles sobre las condiciones pactadas, la intención es condonar al menos la mitad de la deuda griega (100.000 millones de euros).