
La campaña electoral ha arrancado. Solbes se convierte en la estrella del acto socialista, marcado por el desalojo de unos 150 funcionarios de Justicia en Madrid. Mientras, Rajoy, desde Cádiz, pide a los socialistas hablar de las cuestiones que afectan al bolsillo. Por delante, 12.500 kilómetros de geografía española por recorrer para la caravana roja y para la azul. Así fue el debate entre Solbes y Pizarro.
El vicepresidente económico, Pedro Solbes, compartió anoche protagonismo con el candidato socialista a las elecciones generales que se celebrarán dentro de 16 días. Solbes llegó al arranque de la campaña electoral socialista apenas dos minutos después de que José Luis Rodríguez Zapatero apareciera en escena.
Entonces, se pudo ver la imagen de la noche: un abrazo entre el número uno y el número dos por Madrid a las listas del Congreso que vendría acompañado, ya desde el escenario, de una felicitación por el debate que acababa de enfrentarle a Manuel Pizarro. “Hoy ha ganado de calle el debate, le basta un ojo para que tengamos tranquilidad”, bromeó Zapatero.
Boicot de los funcionarios
El candidato socialista, que pronunció un discurso de más de 40 minutos centrado en la necesidad de movilización para lograr una mayoría, hizo un guiño al voto obrero. “Muchos ciudadanos, sin saber de contabilidad, como hemos visto hoy en el debate, han sido el motor de que tengamos un sistema público de pensiones”, aseguró. Zapatero vendió al PSOE como el partido central de los 30 años de democracia y planteó una dicotomía entre “la España de antes y la del futuro”. A este respecto, sacó punta a las palabras del secretario de Economía y Empleo del PP, Miguel Arias Cañete: “No sé si hay camareros como los de antes, lo que sí hay son señoritos como los de antes”, apuntó Zapatero.
La anécdota del primer mitin socialista, la acapararon cerca de 200 funcionarios de Justicia que, bajo el grito Justicia solución, intentaron boicotear los primeros minutos del mitin hasta que fueron desalojados. Su petición la que reclaman desde que iniciaron la huelga el pasado 4 de febrero: equiparar sus salarios con los de las comunidades autónomas que tienen transferidas las competencias de justicia.
La pegada de carteles del PP
El candidato popular, Mariano Rajoy, se trasladó hasta Cádiz para celebrar la tradicional pegada de carteles. Pasaban poco de las doce de la noche cuando Javier Arenas, candidato del PP en las elecciones andaluzas, invitaba a su jefe a subir al estrado y pegar el primer cartel electoral. Pero los tiempos cambian y los carteles también, tras apretar un simbólico botón colocado en medio de la tarima, Mariano Rajoy vio como la gran pantalla de televisión colocada a su lado simulaba la pegada de un cartel con su cara y el lema "Con cabeza y corazón".
El discurso del candidato popular se centró en la defensa de los valores de la Constitución de 1812, la igualdad y la soberanía nacional. Rajoy, que apenas habló 10 minutos, aseguró "que lo que sea España lo tienen que decidir todos" y prometió que siempre defendería esos principios. Acompañando a Rajoy y Arenas estaba la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez.
La cartera de los trabajadores
El bolsillo de los españoles fue el otro punto fuerte del arranque de la carrera electoral, así como del último acto de precampaña celebrado horas antes. Rajoy propuso al candidato socialista hablar de la economía del futuro.
El líder popular criticó que Zapatero no se ha preocupado de la economía española porque prefiere estar en el planeta de las civilizaciones, ETA o en el debate sobre cuántas naciones somos. Rajoy aseguró estar convencido de que su rival terminará hablando de economía cuando se le acaben los temas y entonces se verá que en el Partido Socialista no hay balance ni gestión.