Economía

Kosovo proclama su independencia de Serbia en una jornada histórica

PRISTINA (Thomson Financial) - Por Ismet Hajdari y Robert MacPherson

Kosovo completó este domingo la desintegración de la vieja Yugoslavia al proclamar su independencia de Serbia pese a la oposición de Belgrado, que juró que 'nunca' la reconocerá y que luchará para revocarla por medios pacíficos.

'A partir de ahora somos un Estado independiente, libre y soberano', dijo el presidente del Parlamento kosovar, Jakup Krasniqi, a los diputados que poco antes habían aprobado la secesión.

'Todos los kosovares, sin distinción de etnia, serán ciudadanos iguales. Estamos construyendo un país en el que todos disfrutarán de los mismos derechos', sentenció, en velada alusión a la minoría serbia, el primer ministro kosovar Hashim Thaci, en el Parlamento de Kosovo.

Casi al mismo tiempo, el presidente de Serbia, Boris Tadic, hacía público un comunicado condenando la secesión.

'Serbia nunca reconocerá la independencia de Kosovo. Serbia ha reaccionado y reaccionará recurriendo a todos los medios pacíficos, diplomáticos y legales para revocar este acto perpetrado por las instituciones de Kosovo', dijo Tadic.

Asimismo, Tadic reclamó a la ONU la anulación de la independencia, aunque subrayó que Serbia descarta categóricamente todo recurso a la violencia.

El primer ministro serbio Vojislav Kostunica criticó enérgicamente al presidente estadounidense George W. Bush, culpándole de instigar la separación de una provincia que los serbios consideran la cuna de su cultura.

'El presidente de Estados Unidos, que es responsable de esta violencia, al igual que sus partidarios europeos, quedarán en la historia de Serbia en letras negras', dijo Kostunica.

El presidente kosovar, Fatmir Sejdiu, pidió en cambio a 'todos los países del mundo' que reconozcan la independencia y 'establezcan con nosotros relaciones diplomáticas normales'.

Estados Unidos, Francia, Alemania, Gran Bretaña e Italia, partidarios de la independencia, podrían ser los primeros en reconocer el nuevo Estado a partir del lunes, tras una reunión de los cancilleres de la Unión Europea en Bruselas.

Australia reconocerá a Kosovo 'a la primera oportunidad'. En cambio, España, que alberga reivindicaciones nacionalistas en su territorio, dijo que no se sumará a tal reconocimiento aunque ayudará al nuevo Estado.

Estados Unidos, por el momento, se limitó a 'tomar nota' del acontecimiento y saludar el 'claro compromiso del gobierno kosovar de proteger a las minorías étnicas', dijo el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack.

'Quiero subrayar que la estabilidad en Kosovo y toda la región es esencial, en consecuencia insto en que todo el mundo actúe con calma y responsabilidad', dijo por su parte el responsable de la diplomacia de la Unión Europea, Javier Solana.

En el otro extremo, China expresó una profunda preocupación y Rusia, aliada histórica de Serbia, exigió la anulación de la independencia y una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.

En dicha reunión, ningún país miembro del Consejo de Seguridad apoyó el pedido de Rusia de declarar como 'nula e improcedente' la proclamación de independencia de Kosovo, afirmó el emisario británico al finalizar la reunión de emergencia.

El Vaticano pidió por medio de su portavoz, Federico Lombardi, 'prudencia a los responsables políticos de Serbia y Kosovo' y un 'compromiso para evitar derivas violentas', indicaron los medios italianos.

En Kosovska Mitrovica, la ciudad étnicamente dividida entre serbios y albaneses en el norte de Kosovo, se produjo el primer incidente tras la proclamación de independencia. Cuatro granadas fueron lanzadas, de las que sólo una estalló contra un tribunal de Mitrovica-Norte, zona donde residen unos 20.000 serbios, informó la Fuerza de la OTAN en Kosovo (KFOR). En el incidente no hubo ninguna víctima.

En Belgrado, cientos de jóvenes serbios se manifestaron contra la recién proclamada independencia de Kosovo causando desperfectos en las Embajadas eslovena y norteamericana e hiriendo de levedad a un policía que custodiaba esta última sede.

La autodeterminación de Kosovo cierra el telón del brutal estallido de Yugoslavia en los años 90, que sucedió a la caída del comunismo en Europa y fue testigo de las peores atrocidades cometidas en el continente desde la Segunda Guerra Mundial.

Kosovo, donde el 90% de sus dos millones de habitantes son de etnia albanesa, ha sido administrada por las Naciones Unidas desde 1999, al término de la campaña de la OTAN liderada por Estados Unidos contra el régimen de Slobodan Milosevic.

Una vez declarada la independencia, se abre un periodo de transición de 120 días en el que la Unión Europea desplegará una fuerza integrada por unos 2.000 juristas y policías, para asistir a las autoridades en el proceso democrático.

Con un desempleo estimado en el 40% y la mitad de su población con menos de 25 años, Kosovo permanecerá todavía largos años sujeto a la ayuda económica de los occidentales.

tfn.europemadrid@thomson.com

afp/rt

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