Los ahorros que las familias españolas han dedicado a invertir en activos financieros han alcanzado un récord de 1,82 billones de euros en 2007, cifra que representa el 172% del PIB. A pesar de ello, el crecimiento del ahorro financiero ha sufrido un fuerte frenazo ya que sólo fue del 3% el año pasado, frente a los incrementos superiores al 10% de ejercicios previos.
En 2006, el alza del ahorro financiero de los hogares fue del 14% y en 2005 del 11%. Si se hecha la mirada más hacia atrás en el tiempo, la media de este crecimiento fue del 10% entre 2000 y 2005, del 13% los cinco años anteriores y del 16% entre el año 1995 y 1990, según datos de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco).
Situación económica
Esta fuerte desaceleración se ha producido por el encarecimiento de las cuotas mensuales de las hipotecas y la subida de ciertos productos básicos de la cesta de la compra, que han dejado menos dinero en el bolsillo de las familias para ahorrar.
"La fuerte expansión del consumo en los últimos catorce años ha ido reduciendo la tasa de ahorro de las familias desde 1994, cayendo hasta el 8,7% de la renta bruta disponible que se estima para 2007", señala Inverco.
La asociación explica que a lo largo de los últimos veinte años, el ahorro de las familias españolas se ha concentrado en un 75%-80% en la adquisición de la propia vivienda, dedicando sólo entre un 20% y un 25% a la inversión en activos financieros.
El ahorro financiero de las familias españolas ha pasado de una cifra de poco más de 211.000 millones de euros en 1985, a superar los 1,82 billones de euros en el año 2007, cifra que representa el 172% del PIB. Aunque países como Estados Unidos y Japón, así como algunos de Europa tienen acumulado un porcentaje de ahorro sobre el PIB muy superior al español. Por ejemplo, en Bélgica suponen el 260% del PIB y en Alemania y Francia del 85%.
Preferencias inversoras
También han cambiado las preferencias de las familias españolas en cuanto al destino de los ahorros. En 1985, casi dos tercios del ahorro financiero familiar (concretamente, el 64,9%) estaba materializado en depósitos bancarios y efectivo, y el tercio restante en inversión directa en valores mobiliarios (8% en renta fija y 12% en renta variable), seguros (1,2%), instituciones de inversión colectiva (0,4%), fondos de pensiones (0,3%), y en otros activos (12,6%).
En 2007, el peso de los depósitos bancarios es del 35,5%, el de la inversión directa del 30,7%, y el de los fondos de inversión, fondos de pensiones y seguros del 25,7%.
Opciones europeas
Comparando las cifras de 2006 (último dato disponible) de ahorro financiero de trece países europeos, se puede apreciar cómo las posiciones en depósitos bancarios abarcan desde el 15,9% de Suecia, el 38,2% de España, hasta el 49,4% en Austria, con una media en los trece países europeos del 29,9%.
En el caso de los fondos de inversión y acciones cotizadas, hay una mayor dispersión entre países, que van del 11,2% de Holanda, el 20,5% de España, hasta el 36,4% de Italia, con una media en los trece países del 23,9%.
Holanda, Reino Unido y Dinamarca, muestran una configuración del ahorro financiero de las familias muy singular, basado en un entorno del 50% en fondos de pensiones y seguros (57,2%; 52,6% y 48,9% respectivamente), siendo el perfil de sus carteras muy orientado a la renta variable en los dos primeros países. La inversión en fondos de pensiones y seguros va desde el 14,1% de España al 57,2% de Holanda, con una media ponderada entre países analizados del 32,0%.
La inversión directa en renta fija, es residual, suponiendo tan sólo el 7,4% en la media europea.