Economía

El CEO de Moody's asegura que "la compra de calificaciones existe"

Logo de la agencia de calificación. Foto: Archivo.

Ray McDanield, jefe supremo de Moody's, asegura que "estoy de acuerdo en que existieron y siguen existiendo la compra de calificaciones".

"Estoy de acuerdo en que la compra de calificaciones existe, sí". Esta fue la frase que pronunció en la Subcomisión financiera del Senado de Estados Unidos el director de Derivados de la agencia Moody's, Yuri Yoshizawa.

Estas declaraciones se producen en una semana controvertida, en la que la agencia dejó la calificación a Grecia tiritando.

La Subcomisión ha reaccionado a las palabras de Yoshizawa. Y ha elaborado un informe al respecto. Liderado por el demócrata Carl Levin, que señala que "no sorprende que las agencias de calificación crediticia actuaran muchas veces bajo la presión de los bancos de inversión y acordaran con ellos ciertos procesos de rating bajo su influencia".

Otro de los puntos del informe apunta que si las notas de solvencia de algunos productos eran altas pese a ser a estar al nivel de bono basura, alguien tenía que financiarlas a muy buen precio.

Las agencias de calificación "dependían directamente" de los banqueros de inversión para "manejarlas".

Dichos banqueros eran "vulnerables" a las amenazas de los dirigentes de estos bancos "si no obtenían la nota de solvencia que querían".

El informe del Senado concluye que en los casos en los que no había sobresalientes en los casos que interesaba a los dirigentes de las entidades de la banca de inversión, no había ingresos.

Un alto directivo de Moody's reconoció que la banca de inversión escogía a la agencia de calificación en función de si recibían o no las máximas calificaciones para sus productos de derivados, según publica Xornal.

Esta era una práctica frecuente hasta mediados de 2008. Un año en el que Lehman Brothers claudicó con un pasivo superior a los 600.000 millones de dólares, más de la exposición que tiene Alemania con los llamados PIGS.

La guerra de los 'ratings'

Según el rotativo gallego, Moody's fue la que mejor se manejó en la en esta guerra de los 'ratings'. En medio de una feroz competencia, "las compras de calificaciones debilitaron los criterios" para analizar con rigor ciertos productos de inversión.

Las empresas de rating se peleaban por ofrecer la mejor de las notas "para ganar mercado". Más triples AAA y más beneficios.

Entre 2004 y 2007, Moody's y Standard&Poor's (S&P) realizaron un número récord de calificaciones. Los beneficiados fueron las empresas de Titulización Hipotecaria Residencial (RMBS, en inglés) y las de Obligación de Deuda (CDO, sus siglas en inglés).

Ambos son sectores estructurados y financieramente complejos, ligados a la burbuja inmobiliaria de Estados Unidos.

S&P analizó más de 5.500 RMBS y otros 835 CDO. Aquí se incluyeron hipotecas de alto riesgo, de buena calidad y peores que "basura".

Los beneficios de Moody's, en lo que respecta a las calificaciones estos dos tipos de productos, pasaron de los 61 millones de dólares en 2002 a los 260 millones en 2006, según informaciones de Xornal.

Estos productos de alto riesgo y nula solvencia llegaron a alcanzar la misma calificación que la de la deuda soberana de Alemania.

"Llegaban a actuar de manera muy abusiva", dijo, en relación a los grandes brokers, el director de Derivados de la agencia Moody's, Yuri Yoshizawa.

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