Economía

Futuro negro para banco británico Northern Rock y un ministro en la cuerda floja

LONDRES (Thomson Financial) - El banco británico Northern Rock causó una gran preocupación el lunes, ya que la entidad provoca un interés limitado entre los inversores y sigue debiendo 36.000 millones de euros al Banco de Inglaterra, lo cual sitúa al ministro de Finanzas, Alistair Darling, en una situación muy delicada.

Por Odile Duperry

Las entidades interesadas en comprar este banco tenían de plazo hasta el pasado fin de semana para hacer ofertas, pero el banco admitió que había recibido algunas propuestas de participación pero ninguna de compra y todas a un precio muy inferior del valor en el mercado el pasado viernes, es decir unos 800 millones de euros.

Este precio, que representa ya una séptima parte del valor del banco antes de la crisis que lo castiga desde septiembre, se vio de nuevo amputado en un 20% en la bolsa el lunes, cuando los inversores vendían sus títulos ante estas malas noticias.

El banco indicó que estaba discutiendo con los autores de las ofertas y podría recibir en breve noticias.

Entre los grupos interesados por lo que queda de este banco, que antes del verano (boreal) era el octavo del país, están Virgin Money, del conglomerado Virgin, aliado sobre todo con la gran empresa de seguros estadounidense AIG, los fondos estadounidenses Cerberus y JC Flowers, o el grupo Olivant, dirigido por el ex director del banco Abbey, Luqman Arnold.

Paralelamente, el ministerio de Economía de Londres, que garantizó en septiembre la totalidad del ahorro y de los préstamos en el haber del banco, advirtió de que las 'partes interesadas no debían pensar que las facilidades de préstamos acordadas a Northern Rock por parte del banco de Inglaterra estén todavía disponibles después de una venta o después de la fecha límite fijada en febrero para dichas facilidades'.

El ministerio no oculta su malestar en medio de esta crisis, que comenzó a principios de septiembre, cuando Northern Rock tuvo que recurrir a la ayuda de emergencia del Banco de Inglaterra debido a la crisis de crédito que castigó a los bancos de todo el mundo en los meses previos.

Para calmar a los clientes, Darling garantizó esta ayuda pública, que fue eficaz en el momento, cuando los clientes acudían en masa al banco a cerrar sus cuentas.

El problema es que estos préstamos del Banco de Inglaterra superan actualmente los 25.000 millones de libras, es decir, los 36.000 millones de euros, es decir, dos veces más que los créditos concedidos a las escuelas primarias del país.

Y el gobierno no descarta que el bolsillo del contribuyente tenga que financiar una parte, ya que en un comunicado difundido el lunes se menciona que las autoridades 'favorecerán las propuestas que minimizan la implicación o financiación del sector público'.

Ante esta situación, la oposición está al acecho: el líder conservador George Osborne estimó este lunes en la radio BBC4 que 'si resultaba que el contribuyente se veía muy afectado en este asunto y la factura era pesada, la posición de Darling se vería amenazada'.

Northern Rock ya hizo rodar varias cabezas: después de que del presidente Matt Ridley, el 19 de octubre, el director general Adam Applegarth dimitió el viernes y cuatro administradores. El grupo estuvo dirigido durante la crisis por Bryan Sanderson, ex dirigente de la compañía de salud privada BUPA y del banco Standard Chartered.

tfn.europemadrid@thomson.com

AFP/jr

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