El Banco de España destaca que los indicadores más recientes apuntan a unas tasas de descenso interanual del empleo "más contenidas" al comienzo del segundo trimestre, al tiempo que resalta que la construcción continúa con su "proceso de ajuste", aunque observa señales de "ligera mejoría" en algunos datos del sector.
En su último boletín económico, la autoridad monetaria indica que el número de afiliados a la Seguridad Social descendió en abril a un ritmo interanual del 1%, caída que es una décima menos pronunciada que en marzo y dos décimas inferior al retroceso observado en el conjunto del primer trimestre.
También destaca que el desempleo continuó desacelerándose en abril, hasta situar su tasa de crecimiento interanual en el 3,1%, frente al 4% del mes anterior y al 4,2% del primer trimestre.
En cuanto al resto de indicadores, el Banco de España señala que los primeros datos relativos al segundo trimestre son todavía "escasos", pero resalta que, en el caso del turismo, las primeras informaciones relativas a este trimestre mantienen el "dinamismo" registrado en el trimestre anterior.
Exportar a emergentes
El Banco de España asegura que es "fundamental" impulsar las exportaciones españolas hacia los países emergentes con potencial de crecimiento para suplir la "todavía" débil demanda interna, reducir la tasa de paro y recortar el elevado déficit exterior.
La entidad señala que en las circunstancias económicas actuales y ante el empuje que "todavía no puede ofrecer la demanda nacional" es "imprescindible" avanzar en reformas estructurales para ganar competitividad y aumentar la producción.
Alerta de que el déficit comercial exterior sigue siendo alto y está lastrado por una "alta dependencia" de las importaciones, por lo que pide medidas para impulsar la productividad, facilitar la movilidad de los recursos productivos así como su reasignación hacia las empresas exportadores.
Según el capítulo dedicado a la evolución de las cuotas de exportación de los productos españoles en la última década, España habría limitado el avance de su cuota de mercado en el mundo por la venta de productos de bajo contenido tecnológico, cuya demanda es, en general, menos dinámica.
Puntualiza que desde 1999 hasta 2008 (período analizado) la economía española ha tenido una "acusada" pérdida de competitividad vía precios frente a los países desarrollados de la Unión Europea Monetaria.