Madrid, 28 sep (EFECOM).- Los países latinoamericanos podrían ver reducidas sus entradas de capitales a medio plazo, como consecuencia de los efectos derivados de la crisis financiera surgida en Estados Unidos, según indica el Banco de España (BE) en su último boletín, publicado hoy.
El BE reconoce en su análisis que el crecimiento económico de la región debería ser lo suficientemente sólido para hacer frente a la incertidumbre financiera, aunque advierte de que "no puede descartarse" un descenso de la entrada de capitales en la región.
Así, la búsqueda de menor riesgo en las inversiones, la reasignación de carteras como consecuencia de las pérdidas en otros mercados o la menor disponibilidad de crédito podrían reducir el flujo de capitales hacia Latinoamérica.
No obstante, el BE destaca que los mercados financieros latinoamericanos reflejaron durante la crisis una "percepción menor de vulnerabilidad ante shocks externos", gracias a la "solidez" de las economías latinoamericanas.
A pesar de que en un primer momento las bolsas de la región registraron descensos más pronunciados que los producidos en los mercados de desarrollados, este deterioro se contuvo en las semanas posteriores, lo que supone "un importante cambio respecto a episodios de inestabilidad similares en el pasado", señala el análisis.
Por el momento, las turbulencias financieras "han tenido un impacto limitado sobre la región", cuya economía, reza el informe, ha mostrado en lo que va de año "un crecimiento dinámico", que se situó en el 5,4 por ciento en el primer semestre.
Aunque este crecimiento fue ligeramente inferior al registrado en los últimos trimestres de 2006, el BE señala que esta moderación "está dentro de lo previsible, dada la madurez de un ciclo expansivo de más de cinco años de duración".
El informe destaca que prácticamente toda la desaceleración de la región puede atribuirse a México, cuyo ritmo de crecimiento se recortó a la mitad -del 5 por ciento en 2006 hasta el 2,7 por ciento de media en los dos primeros trimestre de 2007- a causa del menor crecimiento de Estados Unidos, su principal socio comercial.
Además, también subraya que la evolución de la inflación "continuó siendo favorable", a pesar de un ligero repunte a partir de abril por el aumento de precios de los alimentos, hasta tasas interanuales algo superiores al cinco por ciento.
Este incremento de precios de los componentes más volátiles, junto con la mayor complejidad del contexto financiero, justifica para el BE la política monetaria emprendida por los países de la zona, que consolidó el ciclo alcista en los tipos de interés.
El empleo en la región también recibe una opinión positiva del BE, que destaca su crecimiento a un ritmo próximo al 5 por ciento, superior al registrado en 2006, así como el mantenimiento de la tasa de paro en niveles "relativamente reducidos", del 7,7 por ciento de la población activa. EFECOM
mfg/mbg/jlm