Los ministros de Finanzas del G20 han reanudado esta mañana en París sus discusiones sobre el modo de medir los desequilibrios económicos mundiales, tras una noche de infructuosas tentativas entre los países industrializados y los emergentes.
"Aún no hay consenso, pero se avanza", declaró a la AFP una fuente diplomática justo antes del inicio de la segunda y última jornada de esta primera reunión bajo presidencia francesa.
Los negociadores de los países que representan el 85% de la riqueza mundial continuaban las discusiones en torno del comunicado final y tenían previsto presentar a los ministros varias opciones.
Pero varios países emergentes, entre ellos China y Brasil, se oponen a algunos de los indicadores propuestos.
Francia se ha puesto como objetivo principal de su presidencia la reforma del sistema monetario mundial y una corrección de los desequilibrios mundiales, con la cual quiere poner fin a la "guerra de divisas" originada por las medidas de varios países para impedir la valorización de sus monedas y favorecer sus exportaciones.
Culpan a China
Según Estados Unidos y otras potencias occidentales, los actuales desequilibrios económicos mundiales tienen como gran responsable a China, que mantiene muy depreciado al yuan y acumula un descomunal excedente en su balanza comercial.
El primer paso para tratar de resolver el problema sería establecer indicadores económicos capaces de medir las diferencias entre los países, a fin de poner en marcha los procesos correctivos.
Según explicó una fuente diplomática, se debaten cuatro indicadores: dos para medir los desequilibrios internos de un país (déficit y deuda públicos de un lado, ahorro privado del otro) y dos para los desequilibrios externos (saldo de la balanza de cuenta corriente o de la balanza comercial, y reservas cambiarias y tipos de cambio reales).