Economía

Lula pretende doblar la balanza comercial con Noruega en tres años

Oslo, 14 sep (EFECOM).- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, declaró hoy en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, que pretende doblar la balanza comercial entre ambos países en los próximos tres años y medio.

Las exportaciones noruegas a Brasil ascendieron el año pasado a 2.036 millones de coronas (362 millones de dólares), un 22% menos que en 2005, y algo más de la mitad correspondieron a pescado, moluscos y crustáceos, mientras la maquinaria pesada representó un 7 por ciento, según datos del Instituto Noruego de Estadística.

Las importaciones de productos brasileños subieron un 16 por ciento en 2006 hasta los 3.962 millones de coronas noruegas (704 millones dólares), con la minería (369 millones de dólares) y la fruta (124 millones de dólares) como principales productos.

Lula, que invitó a Stoltenberg a visitar Brasil en 2008, resaltó la complementariedad de ambas economías y señaló la producción de etanol como una de las posibles áreas de negocio, a la que su colega noruego añadió el sector energético en general y la pesca.

El mandatario suramericano destacó la firma hoy de un acuerdo entre la brasileña Petrobras y la noruega Statoil para explorar y producir biocombustibles, durante un seminario empresarial.

El presidente de Brasil no considera incompatible la venta de etanol a Noruega con el hecho de que este país, que no pertenece a la Unión Europea, sea el tercer exportador mundial de petróleo, y recordó que la tendencia mundial era añadir etanol a la gasolina.

Los biocombustibles fueron uno de las temas que trataron ambos mandatarios, que mostraron su coincidencia en cuestiones como la lucha contra la pobreza, la reducción de las emisiones de dióxido de carbono y la necesidad de un nuevo acuerdo global sobre el clima.

Lula no quiso pronunciarse en cambio sobre las presiones de la oposición brasileña para llevar adelante el "caso" del presidente del Senado, Renán Calheiros, a quien la Cámara Alta absolvió hace dos días de las acusaciones de corrupción, y aplazó cualquier comentario a su llegada a Brasil el día 18.

Durante su visita ayer a Dinamarca, Lula apeló a acatar las decisiones de las instituciones y resaltó la importancia de que el Senado pueda funcionar con "normalidad" a partir de ahora.

El presidente brasileño defendió que la llegada de gobiernos "progresistas" a América Latina ha contribuido al crecimiento de la economía tras tres décadas de dominio conservador, pero no quiso hablar de un frente de izquierdas en la zona ni de una hipotética afinidad ideológica con su homólogo venezolano, Hugo Chávez.

"Es necesario mantener relaciones con todos los países, independientemente de la ideología de sus gobiernos. Chávez es un buen socio de Brasil y viceversa. Yo lo respeto, igual que pido que me respeten, pero sus enfrentamientos internos y con los Estados Unidos son problema suyo", dijo Lula.

En una entrevista paralela, los ministros de Exteriores de ambos países, el brasileño Celso Amorim y el noruego Jonas Gahr Støre, resaltaron la necesidad de concluir las negociaciones en la Organización Mundial de Comercio (OMC) y de reformar la ONU, y abrieron un seminario bilateral sobre paz y reconciliación.

No obstante, Støre reconoció diferencias sobre la OMC y no quiso dar su apoyo explícito al ingreso de Brasil como miembro permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, si bien dijo que era "importante" contar con él en el proceso de reforma.

Tras reunirse con Stoltenberg, Lula acudió a un almuerzo en su honor en el palacio gubernamental de Akershus, al que luego seguirá una ceremonia de despedida oficial en el Palacio Real, que cerrará una gira de seis días por Finlandia, Suecia, Dinamarca y Noruega. EFECOM

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