Sevilla, 12 sep (EFECOM).- La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA-Andalucía) ha anunciado hoy una movilización para el 27 de septiembre en Sevilla ante "la mayor crisis ganadera en veinte años" derivada del ascenso del precio en los piensos y la enfermedad de la lengua azul.
En un comunicado, el secretario general de la UPA-A, Agustín Rodríguez, informó de que a la movilización, que partirá de la Consejería de Agricultura y Pesca para concluir frente a la sede de la Delegación del Gobierno en Sevilla, se espera que acudan más de 5.000 ganaderos de toda la región.
Achacó la crisis del sector sobre todo a que el alimento para el ganado ha subido un treinta por ciento en el último año y el rebrote de la lengua azul limita las ventas de parte de la cabaña de rumiantes.
Advirtió de que 62.000 explotaciones ganaderas y una cabaña de 2,5 millones de cabezas están al borde del colapso económico con unas pérdidas de 53 millones.
La UPA alertó que si continúa esta situación cerrarán en un año 9.300 explotaciones, el 15% de total regional.
El alza mundial de las cotizaciones de los cereales -entre un 40 y un 60%- que se utilizan en la composición de los piensos han disparado los costes de producción de los ganaderos en un 33%, lo que hace inviable esta actividad económica.
El auge de la demanda de cereales para alimentación de países emergentes como China o la India; las malas cosechas de las despensas mundiales de grano -Argentina, Australia y Canadá- y la retención de producciones por parte de los especuladores aprovechando el tirón de los biocarburantes ha provocado una espiral especulativa que se ha reflejado en los piensos, explicó la UPA.
Además, la lengua azul agrava el problema al que se enfrenta la ganadería, en este caso cebándose con las cabañas de ovino y caprino, cuyos costes de alimentación han pasado de 0,20 euros por kilo en julio de 2006 hasta 0,26 euros actuales, lo que supone un incremento del 33%, expuso.
La aparición de la lengua azul en varias explotaciones de Cádiz, Málaga, Huelva y Sevilla, aunque no entraña riesgo para la salud humana, supone un problema ganadero económico de primera magnitud puesto que obliga a inmovilizar la cabaña de rumiantes en un radio de veinte kilómetros a las explotaciones afectadas.
Ante esta situación, la UPA-A ha exigido a la administración una batería de medidas que pasan por el control de las importaciones de animales y carne que provocan la caída en picado de los precios en origen e iniciativas para paliar el aumento del coste de los piensos mediante incentivos fiscales y ayudas, entre otras. EFECOM
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