La Administración estadounidense nunca había hablado de forma tan abierta sobre la actual crisis crediticia. Los mercados se han visto sorprendidos por un tono bastante pesimista, el del secretario del Tesoro estadounidense Henry Paulson, que prevé que "estamos ante la crisis más larga de los últimos 20 años".
En unas declaraciones recogidas hoy por el diario The Financial Times, Paulson anticipa que la crisis de la confianza en los mercados del crédito durará más que otras perturbaciones financieras de las últimas dos décadas.
El secretario del Tesoro del país norteamericano ha indicado que la incertidumbre durará más que la turbulencia que siguió a la crisis financiera de Asia y al incumplimiento de pagos ruso de la década de los Noventa o la crisis de la deuda latinoamericana de los Ochenta.
Paulson, un ex jefe del banco de inversión Goldman Sachs, cree que la complejidad y la distribución global de los valores que protagonizan el problema actual podrían prolongar la crisis. "Prevemos que el período de turbulencia continúe por algún tiempo", ha declarado el secretario en Washington al rotativo inglés.
El funcionario ha reiterado que si bien la turbulencia del mercado implicará una "penalidad" sobre la economía estadounidense, "la economía es lo suficientemente fuerte como para seguir creciendo".
Búsqueda de soluciones
Paulson ha reconocido que estaba "concentrado" en las obligaciones negociables de corto plazo respaldadas por activos, una forma de deuda cuya colocación se ha tornado más difícil debido a los problemas del sector inmobiliario y de las hipotecas de riesgo, conocidas en inglés como "subprime".
El funcionario ha enfatizado su continua oposición a las sugerencias de algunos legisladores, de que se alivien los problemas del crédito por medio de un aumento de los límites a los préstamos de las compañías hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, respaldadas por el Gobierno.
Paulson cree que los esfuerzos para agrandar ambas empresas eran una "pista falsa" porque los problemas subyacentes del crédito no están en los mercados de los préstamos convencionales de primera línea, donde se especializan esas compañías.