El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó hoy un "histórico acuerdo" para reconfigurar el reparto de voto en su seno y dar más poder a los países emergentes, como China, que se convierte en el tercer país más poderoso en el organismo.
El FMI cumple así el compromiso alcanzado en la última reunión ministerial del G-20 en Corea del Sur, de traspasar el 6 por ciento del poder de voto de los países desarrollados a los emergentes.